No serás siempre el primero

La humana limitación cambia a capricho al puntero de toda competición

San Lorenzo 2 – Rosario Central 2

(*) Por Maxi Fechenbach

Dejando a un costado sensaciones y sentimientos, Rosario Central y San Lorenzo brindaron un espectáculo deportivo de élite. Los protagonistas estuvieron a la altura del fútbol más alto del mundo, representando con la mayor de las jerarquías a nuestra idiosincrasia nacional, tan bastardeada por quienes tienen el mando y tan arduamente tallada por los apasionados y los laburantes.

Lástima que el resultado final es la misma mierda de siempre (?): Boca camp_ón. En fin, tremendo arranque tuvo el partido más esperado de la fecha. San Lorenzo movió del medio, salió p’adelante, asoció con astucia y sacó provecho de la suerte cuando la pelota pegó en el árbitro y volvió a los pies de Elizari. El mediapunta habilitó a Villalba a las espaldas de Villagra y Tito batió a Caranta. Uno a cero a los ¡catorce segundos!

Villalba define ante la salida de Caranta para poner el gol tempranero

En sí, los entramados estratégicos no se movieron por el sacudón tempranero. Bauza armó su ejército con Yepes y Caruzzo como caballos, Buffarini y Más como torres, Blanco-Elizari-Villalba los alfiles, Mercier como rey, Cauteruccio reina y Ortigoza ficha de damas (?). Del otro lado, el canalla respondió al baldazo de agua fría como un equipo maduro y concentrado. Se adelantó en la cancha y decidió su planteo para el resto del encuentro: presión sofocante, muchos hombres sobre la pelota, desorden táctico en pos de resolver la jugada. Y, a decir verdad, fue tácticamente exitoso. A veces la buena tarea no se traduce en el marcador. Especialmente cuando el rival está preparado para responder.

Central jugó el sábado con tres volantes con libertad para moverse pero responsabilidad defensiva. Montoya, Lo Celso y J.L Fernández atacaban sueltos pero, cuando su equipo perdía la posesión, retrocedían inmediatamente y con un objetivo muy claro: Nery Domínguez tiene una lectura envidiable del juego, pero es lento. Sus compañeros cubrieron su falencia en las transiciones defensivas, y aquello le permitió anticipar, distribuir, ser la columna vertebral en la que se respaldaron los demás; aquello le permitió pensar. Su partido tan alto, su presente tan grato, es tanto mérito de él, de su DT como de sus jugadores. El todo en función de las partes en función del todo.

De hecho, el 23 auriazul le afanó la bola a Blanco a los 28 minutos, trasladó algunos metros, levantó la cabeza y puso a correr a Marco Ruben entre los centrales. El goleador del campeonato midió todo, se metió en el área con Caruzzo y se dejó caer cuando el zaguero lo tomaba de la cabeza (!). Delfino se cagó (?) pero el juez de línea Maidana dio penal. Eso fue exactamente a los 29:00. Miles de protestas después, amarillas a Caruzzo y Yepes mediante, Ruben estampó el uno a uno a los 32:29.

Delicado, el tema Delfino. No fue su única polémica. No tengo mucho que decir al respecto. Las quejas son como siempre de un lado y del otro. Sí menciono un ejemplo. En la Premier League (con errores, obvio), se apostó a un modo: los árbitros confían en los jugadores, y viceversa. Los resultados: casi no hay agarrones en las áreas, algunas patadas criminales se resuelven con charlas y no con tarjetas, etcétera. ¿Es bueno? ¿Es malo? No importa, es un criterio. Futbolistas y técnicos cada vez le dan más al fútbol argentino; dirigentes, árbitros y actores políticos nos están reteniendo.

La naranja mecánica de hacer cagadas.

Pero salgamos del terreno del lloriqueo y situémonos en el inicio de la segunda parte, otra vez en tablas. La intensidad no bajó, y al sablazo del chaqueño Montoya lo neutralizó Torrico ni bien reanudado el fútbol. Poco después, Villagra se lesionó y fue sustituido por Yeimar Pastor Gómez Andrade, modificando la defensa visitante. Javier Pinola se corrió al lateral izquierdo y el recién ingresado, colombiano y negro, fue primer central a la derecha de Donatti, como en sus 18 anteriores apariciones en este torneo.

A los once, Más se equivocó en la salida, Montoya recuperó, localizó a Ruben y después terminó la jugada una vez más. Buffarini le bloqueó el remate y le negó su segunda oportunidad de gol. Sanloré, al que también le urgía ganar, llegó al área rival con peligro en dos ocasiones: primero, Caranta encimó a Cauteruccio en un mano a mano; después, Donatti cruzó con dureza a Rolle. En ambas pidieron penal. Ni Delfino ni el línea Maidana lo juzgaron así.

Con sus propias armas, Central dio vuelta el partido. El segundo gol es el ejemplo del estilo ofensivo de los de Coudet. Lo Celso paró y pensó; encontró a Montoya que desde el centro lanzó el balón hacia Ruben; el goleador abrió de primera y de memoria para el recién ingresado Franco Cervi; Chucky envió un centro peligroso (destello de calidad), Larrondo se la bajó con soberbia a Marco Gastón Ruben y el nueve hizo lo suyo. Golazo. Merecido. Trabajado.

Lo sé, Celso (?). GOLAZO

Central, ya dos a uno arriba, manejaba el partido y debió liquidarlo cuando Montoya estuvo nuevamente frente al arco, con tres opciones de pase y chance de rematar, y se la entregó a un rival. El volante canalla voló alto todo el partido, pero resolvió mal en las importantes, quedó en las puertas del cielo y comió un montón de mierda. Decíamos, el fútbol es agridulce.

El Patón mandó a la cancha a Blandi (por Rolle, que entró y salió) y al Chimi Ávila, los dos atacantes que tenía en el banco. Al ratito nomás, llegó el quilombo: Lo Celso pisó el área y Buffarini lo derribó. Hubo contacto. Delfino no juzgó penal. El Cuervo salió de contra, cruzó la cancha en catorce segundos, y pasó lo que pasó. Emanuel Más, el que siempre está atacando, se mofó de Yeimar Pastor. El negrazo calculó mal el pique de la bocha, permitiendo que el sanjuanino toque atrás y Seba Blanco concretó el 2 a 2.

¡Ahora, qué pifia la de Gómez Andrade! Eso sí, no fue mala suerte. Central recurrió a un jugador que notoriamente no estaba a la altura de las circunstancias, y lo pagó quedándose afuera de la lucha por salir campeón. Los equipos del Patón Bauza no son lo que se dice vistosos, aunque le va demasiado bien como para que lo tilden de «trabajador». Su especialidad es capitalizar el error ajeno. Sin secretos. Fue 2 a 2, un empate que perjudicó a los dos. Si Boca suma cuatro puntos más, es campeón.

El fútbol, que a fin de cuentas es la pelota que va y viene, tiene redes tejidas con complejidad, y también casualidades grandísimas. La suma de todo aquello, cuando a esto lo ejecutan los que saben, da como resultado algo genial. Yo soy un p̶u̶t̶i̶t̶o̶ enamorado del fútbol como arte. Eso vi el sábado a la tarde. Por más que ninguno de los dos vaya a dar la vuelta.

Sarmiento 0 – Estudiantes L.P. 1

(*) por U Rola

En el Eva Perón de Junín, el Verde sojero quería arrimar al ecuador de la tabla, mientras que el Pincha seguía y sigue buscando la mejor forma de cara a la Liguilla que le dé -con Quilmes que lo acababa de igualar en puntos-.

A tocarle el culo al enano.

A esta altura del torneo, uno puede ir observando de sobra ciertas ideas de los equipos. En el caso del local, es un equipo que se presumió ordenado y trabajado -y por ende, mas suceptible de hacer las cosas algo mejor- terminó siendo este equipo completamente anodino, que depende de las corridas y el espacio otorgado a Gervasio Nuñez. Por el lado de la visita, uno observa la discrepancia más entre propuestas y realidades: el equipo dirigido por Milito es un conjunto que basa su rapiña de buenos resultados en una defensa relativamente segura -compuesta por la geronte dupla Desábato – Domínguez, y dos buenos laterales que buscan proyectarse con criterio (aunque esta tarde el Meniscal (?) improvisó y lo puso a Sergi Tormento Juan Sánchez Miño como marcador de banda por izquierda)-; un aceptable doble 5 entre Damonte y Gil Romero, y eventuales chispazos entre Ezequiel Cerruti y Gastón Fernández -quien esta vez no jugó-.

Continúa la maldición de las plaquetas.

¿Porqué se hace este Retrospecticus? Porque en 90 minutos estos dos equipos NO HICIERON UN CARAJO. Lo único que nos salvó del resultado de anteojos a lo Lennon (?) fue una combinación por la izquierda del ataque platense que derivó en Lucas Rodríguez siendo derribado adentro del área. Fernando Espinoza cobró penal y el ingresado Luciano Acosta canjeó por gol mediante una ajustada definición rasante al extremo inferior derecho de la valla custodiada por Cesar Rigamonti. Así, a los 15 del complemento, la media hora final nos dejó una continuidad de la nada, y un sentimiento de culpa (?) por no ver a los ingleses del rugby bielseando en su mundial.

Arsenal 1 – Atlético Rafaela 1

Dios nos libre de partidos como el del sábado en Sarandí. Un encuentro totalmente olvidable entre dos equipos plagados de jugadores falopa que desmerecen este circo del futbol televisado que supimos conseguir.

El trámite del encuentro fue el típico de estos dos equipos acostumbrados a no jugar en espacios reducidos: mucho juego trabado, no mas de dos pases seguidos, bola al cielo, cero fluidez, emociones -10 (?).

Bastía, un hombre que no se rinde ni ante la alopecía.

La polémica llegó a los 26 minutos cuando la pisó contra el corner y volvió a meter adentro de la cancha una pelota que claramente se había ido afuera y el linesmen, parado a menos de 2 metros de la jugada, no lo advirtió. De esa jugada vino el tiro de esquina. En ese corner, un jugador del Arse cortina a dos hombres de Atlético, para dejar solo a Zaldivia y que este convierta con su pierna derecha para el 1-0. Tras cartón (?), fue Federico Lértora quien se perdió el segundo gol entrando por el segundo palo tras un remate pifiado de Silva, en posición inmejorable.

Todo comenzó algun tiempo atrás en la isla del Sol alguna vez allá lejos y hace tiempo cuando Cristóforo Colombo llegó para conquistar estas tierras. En una de sus tres carabelas llegó un hombre aventurero, servicial y valiente, llamado Adrián Bastía. Ese señor ha estado desde entonces haciendo y deshaciendo a su antojo a lo largo de la historia del continente y ya viejo y cansado, ahora se dedica solamente a quejarse en la fila del banco copar el mediocampo rafaelino para beneplácito del futbol. Bastía lo hace todo, comanda, ordena, presiona alto, retrocede, recupera, da pases cortos, da pases largos, da habilitaciones en profundidad sobre la defensa contraria, como el que le mete a Graciani a los 35 minutos para que el ex Colon se eleve, cabecee y reviente la pelota contra el travesaño.

El Hulk Hogan de Rafaela.

La crema siguió yendo en busca del empate, con mas gente que ideas y retrocediendo muy tarde y mal, cosa que pudo haber sido aprovechada por el rojiceleste (?) de no ser por lo malos que son sus delanteros Rasic y Muñoz, que no pegaron una en toda la tarde. El partido nunca dejó de ser mal jugado y aburrir a los pocos espectadores, que solo deseaban volver a ver la manga viaducto (?) y dar por concluido este suplicio.

¿Que es esto?

En la segunda mitad, el conjunto de Astrada se fue con todo arriba y siguió defendiendo con muy poca gente y en línea, cosa que no pudo ser capitalizada por el local. A los 3′ Andrada con un manotazo se lo saca a Krupzky que había trepado por el lateral derecho. Mas tarde, a los 21′, un pelotazo cruzado de Osmar Ferreyra es bajado por el cabezazo de Graciani, para que Pussetto entre por el segundo palo y defina solo… al palo. En inmejorable posición el buen volante del celeste se perdió el empate, que llegó sin embargo tres minutos mas tarde gracias a una pelota parada: un centro a la medialuna fue anticipado una vez mas por ese prohombre llamado Bastía, quien se la dejó servida al ingresado Guillermo Marino. El ahora pelado dió muestras de su calidad técnica con una media vuelta impecable para poner la pelota en el ángulo.

A partir de allí el encuentro cambió radicalmente y pasó de ser ordinario a ser directamente la nada misma (?). Solo nos dejó para el final un adelantamiento tardío de la última linea visitante, lo que le permitió al ingresado Trellez picar al vacío por la izquierda y ya con pelota dominada a toda velocidad definir al gol o bien habilitar a su compañero Ramiro Lopez que entraba por el segundo palo en soledad. El colombiano demostró no tener ni un solo rastro de la habilidad de su padre, ya que desperdició la jugada y lo privó a Caruso Lombardi de irse victorioso injustamente.

Gimnasia (LP) 2 – Olimpo 2

(*) Por Romero el de Retiro

El plan Liguillas para todos implementado en este coso, permitía que un Gimnasia-Olimpo de fecha 27 y sin peligro de descenso para ninguno, presentara algún interés para los contendientes. El Lobo de Peter Troglio dejó hace rato su primavera raimundista (?) que le había permitido ganar 7 partidos de manera consecutiva, y arrastraba hasta el sábado a la noche 6 partidos sin conocer la victoria, racha que se vio aumentada en una unidad tras la finalización del encuentro en el bosque.

Nada había pasado cuando al minuto de juego, y luego de un tiro libre propiciado por una mano boluda innecesaria del ex tripero Quiroga, Osvaldo Barsottini llegó a puntear después de ganarle a su marca y poner de esta manera el 1 a 0 para el local. Olimpo no se resignó a dejar ir el partido desde el minuto uno, y de a poco fue apretando sobre el medio campo para encontrar con Jacobo Mansilla y algún destello de calidad del sapito Encina la forma de acercarse al área de Nicolás Navarro. Pero su carta de empate triunfo fue Joel Amoroso, cuando a los 21 minutos realizó una gran jugada personal por el costado derecho del área, y su centro bajo y paralelo al arco encontró la cadera (?) de Jacobo Mansilla, quien barrenando mandó la pelota a la red.

-«Ya se quien es el que me icardió a la Jennifer (?), lo voy a matar! Encima el parche de nicotina que me pusieron en la rodilla me pone mas loco!!»      -«Pará loco, calmate, pensá en tus pibes» 

-«Fuiste vos, no? Decime por qué, por qué?? Te recibí en mi casa y así me lo pagás?»    -«No pucho, pará, dejámelo explicar, la Jennifer me buscó, nos enamoramos»

-«No lo puedo creer, yo le di todo, hice el corazoncito para ella esa vez que quebré a uno (?), encima me guampea con un virgo del lobo (?), sniffff, chofer lléveme lejos por favor»      -«Che flaco, perdoná, hace un par de meses que no cobramos, vos sabés donde vive el presidente? Los muchachos del sindicato lo queremos visitar…»

De ahí hasta la finalización del primer tiempo fue un poco mas el local, aunque sin que se le caiga una idea clara de cómo llevar peligro al área rival, tarea en la que se notó la ausencia de Nacho Fernández. Lo mas destacable fue la salida del autor del tanto tripero por lesión. El complemento arrancó como propaganda del B*st*n M*dical Gr*up (?) con el local otra vez sacando rápida ventaja pero esta vez con sólo 15 segundos (!) de iniciado. El tony Medina recibió en el área y su fuerte remate dio en el palo izquierdo, recogiendo el rebote Nicolás Mazzola (quien había habilitado previamente al ex jugador de Central) para con un zurdazo devolverle la ventaja a los platenses.

Todo parecía indicar que el partido se inclinaría hacia un triunfo aplastante del local, pero con el correr de los minutos se veía que eso estaba lejos de suceder. Porque el conjunto de Bahía fue a buscar desesperado la igualdad y aprovechó que Gimnasia sin juego colectivo fue incapaz de lastimarlo de contra. Cuando se cumplía la media hora del segundo tiempo, el zurdo Walter Acuña puso un buen centro desde la derecha que encontró estacionado en el área al central Marcelo Herrera, quien con un gran cabezazo de pique al suelo mandó la pelota a la ratonera, haciendo inútil el esfuerzo del arquero. Golazo de cabeza y las cosas otra vez como en el principio.

En los 15 minutos restantes hasta la finalización del cotejo, ambos conjuntos fueron tibiamente por la victoria, aunque ninguno quiso arriesgar demasiado el capital del puntito asegurado. Anécdotica fue la expulsión de Mansilla en el tiempo recuperado. Empate que le cae un poco mejor a Olimpo por haber sido visitante, pero que al mismo tiempo no desató un mar de llanto del lado de Gimnasia, toda vez que sus 38 puntos los deja prácticamente clasificados a la Liguilla Pre-Sudamericana. Premio consuelo al que aspiran los de Bahía también, quienes en éste momento ocuparían el puesto 18 que da el último lugar disponible a ese mini torneo.

Newells 2 – Huracán 0

(*) por U Rola

En el Coloso Marcelo Alberto Bielsa, el local, que levantó un poco después de no perder el clásico en Arroyito, recibía a un Globo dulce tras el pase de ronda entresemana por la Copa Sudamericana. A lo largo de este torneo, quien esto escribe trató de facilitarse un análisis básico del partido dividiéndo en tercios a cada tiempo de juego. A veces no se puede, principalmente porque la horripilantez del cotejo simplifica para bien mal. Pero otras veces, sin ser una maravilla, el cotejo se presta, como en este caso.

TRES MINUTOS de partido y te subís a un alambrado. No importe con qué esté puesto, pero yo celebro que lo terminen de poner. Vinolencia bien entendida (?).

Durante el primer tercio de la primera mitad, el local manejó pelota y terreno, pero las ocasiones fueron para el Globo -Ábila al minuto, Nervo a los 5 tras corner y tapada de Unsain, y Espinoza reventando un travesaño de cancha a los 12-. En el segundo tramo, el partido se pinchó, quedando apenas un mal control de Boyé en el área abortado por Marcos Díaz. El último tercio casi mantuvo la misma tesitura, a no ser por la apertura del marcador: a los 36 minutos, un lateral de Balbi en mediocampo regala el útil a la escuadra local. Mugni recibe en el círculo central y encara por el medio, tirando un bochazo a la derecha. La pelota es recibida por Boyé, que logra centrar bajo ante la apresurada salida de Marcos Díaz -polémica, ya que el atacante prestado por River estaba escorado, el arquero no carecía de defensores cercanos y terminaría desguarneciendo su arco en la acción- para que Maximiliano Rodríguez, ubicado en el segundo palo, la coloque sin problemas junto al mismo.

El complemento nos regalaría una continuidad de la aburrida paridad desde el juego, aunque ahora era el visitante quien trataba de plantarse mas arriba y el anfitrión quien se encargaba de intentar explotar algún contragolpe. Aún así, ambos tuvieron su chance, Villarruel a los 3 minutos y Boyé a los 5 -tras una combinación entre Maxi y Mugni por izquierda y un centro rasante que no desactivó el Héroe del Libro (?)-. Justamente el Sheldon Cooper del gol (?) se iría explusado por una doble amarilla en un acto de incoherencia arbitral perpetrado por Facundo Tello, a la sazón el sorete de pito en boca (?) a cargo del match. Esa expulsión y los segundos cambios de cada entrenador -donde se terminó de plasmar la intención mas o menos lógica de cada cual (recordemos que la derrota del conjunto capitalino permitía recortar distancias al Torito de Mataderos, ganador hace unas horas)-. Para el final quedaría un cuadro visitante yendo a buscar con pocas luces -a pesar de ocasiones a los 35 y 40 marradas por Espinoza y Mancinelli, que hicieron lucir al pibe Unsain-; y el 2-0 definitivo, cuando en la última jugada, cuando de un corner corto por derecha y sacado rápido, Maxi Rodríguez desborda pegado a la línea de meta, juega una pared con José San Román (?) y define al primer palo, para finiquitar el invicto del Barba Domínguez al frente del Globo -que mantiene un antiinvicto (?) como visitante de TREINTA partidos (*)– y para que Newells festeje algo más que un harto probable y nuevo no campeonato de su némesis citadina.

(*): Dato aportado por VÍA ALTERNATIVA, cortesía de Daneel Olivaw HAL-9000 nuestro compañero Marcos J.

Argentinos Juniors 2 – Tigre 1

(*) por Gancedo

Jugar en el Diego Armando Maradona es un rompedero de huevos para la mayoría de los equipos y es una de las armas que mejor podría utilizar el dueño de casa y no lo hace. Ahora, si del otro lado tenes a un equipo de Alfaro, las cosas se equiparan y ahi sí te puede salir un partido para cualquiera de los dos.

El Bicho sonreía por las vueltas de Ledesma y de Lenis a la hora del juego, como también de Laso y Garré a la hora de defender. Sin embargo, la vuelta del Lobo no se vio reflejada en el campo: no había conexión entre los del medio y los puntas, Basualdo se desorganizaba tirándose a la derecha para explotar ese costado pero no es un jugador que tenga caracteristicas para hacerlo. Tigre puso a Galmarini como lateral derecho y la idea fue muy similar a la del partido anterior: cerrar a Sánchez como conductor y dejar el paso para que el Pato llene de centros el área rival. Lo tuvo Rinaldi primero y se lo tapó Javi García, pero rápidamente el delantero tendría revancha a los 34′, cuando de una pelota parada y una defensa que no terminó que dejó corto un despeje, el goleador de Argentinos fusiló al arquero que respondió bien, pero en el rebote hizo lo mismo y esta vez no hubo nada que hacer. Ventaja para el equipo de Gorosito, que incluso pudo ampliarla poco antes del final de la etapa inicial, pero García le tapó bien abajo un disparo cruzado a Reinaldo Lenis.

Matías Giménez intenta rematar ante la marca de Orzán. El ladrón volante de Argentinos se fue silbado y ya se sabe que no continuará en el club.

Para el inicio del segundo tiempo, Alfaro demostró que es un tipo pillo como pocos y mandó a la cancha a Wilchez en lugar de Sánchez. El 10 se paró en la izquierda (zona por donde no atacó Tigre y Argentinos trató de aprovechar como pudo aunque sin éxito) y rápidamente cambió el ritmo del partido, porque obligó a Basualdo a tirarse a ese costado con el único objetivo de marcar. Así, Ledesma perdió al perro de presa que le entrega la bola mansa para jugar y Argentinos perdió la brújula. No tardó nada en plasmarse esto, ya que a los siete minutos de comenzada la parte final Fede González juntó dos marcas, se la dio en cortada al ingresado Wilchez que mandó un centro pasado perfecto para la entrada de Galmarini -ya suelto como volante- que a la carrera definió cruzado. Un lindo gol que, si bien no ponía estricta justicia en el marcador, a fin de cuentas podría marcar el rumbo del resto del partido.

El local pareció no acusar el golpe, aunque en realidad parecía ya haber entrado dormido. Casi logra ponerse de vuelta arriba cuando tras una guapeada, Laso envió un centro picante para la entrada de Rinaldi que remata de primera, pero entre el travesaño y el arquero salvaron al equipo de Victoria. Vale detenerse un segundo para hablar del centrodelantero de Argentinos, que es un jugador realmente raro: no se crea sus propias situaciones y difícilmente lo veamos gambetear dos rivales, pero es bastante efectivo. Un jugador que quizás con otro técnico y mejor rodeado, haría muchos mas goles.

A falta de veinte para el final, Gorosito mandó a la cancha a Lucas Cano en lugar del flojísimo Giménez con la idea de acompañar a Rinaldi. La idea le funcionó bastante bien, porque cinco minutos después el pibe le bajó una pelota complicada a Rinaldi, quien armó una pared con Lenis. Poco antes de entrar al área, el colombiano recibió y le dio al arco. Desvío mediante, la pelota descolocó a García y se metió. El local volvía a ser el dueño del resultado y quizás también del trámite, porque si bien las situaciones de gol eran pocas, estar en ventaja te permite estar mas tranquilo y jugar con espacios. Pudo venir el tercero un par de minutos después, con un lindo desborde de Lenis que le puso un centro pasado en la cabeza a Cano, quien cabeceó débil pero colocado y la pelota salió besando el palo izquierdo del arquero. Para el final quedarían las puteadas de la parcialidad local para Gorosito, quien tiene por costumbre sacar SIEMPRE a Cabral faltando diez minutos. Tigre buscó por los costados y haciendo llover centros, incluso reclamando penales inexistentes. El triunfo se quedó en La Paternal. Y si bien no lo tiene como objetivo primordial, Argentinos buscará meterse entre los clasificados para pelear por el ingreso a la Sudamericana.

Velez Sarsfield 1 – Nueva Chicago 2

Podes ser rico o pobre, pero siempre digno. El torito de Mataderos apostó por la dignidad, mas sobretodo por el futbol y gracias a eso logró un triunfo histórico y se aferra a la mínima ilusión que le queda de alcanzar a Colon y mantener la categoría.

El poder de síntesis del trapo.

No es joda, el verde cortó una racha de 33 años sin ganar y triunfó por primera vez en un Amalfitani con bastante público teniendo en cuenta lo amarga que puede ser la parcialidad velezana. La paternidad no es joda y eso quedó de manifiesto a los 2 minutos, cuando en un corner desde la izquierda el local puso 4 jugadores en el área contra solo un defensor verdinegro, quien en su intento por despejar hace rebotar la pelota en el pecho de Amor y esto terminó con el 1-0. Hay que decir que Velez siempre se impuso en las áreas en la pelota parada, ya sea por tener mejores cabeceadores o por defender en zona.

Para poder sobreponerse a todo esto, Chicago necesitó de un buen orden defensivo, presión constante para recuperar la pelota en la mitad de la cancha, y mucha movilidad de los tres delanteros, a los cuales se los buscaba rápidamente y con verticalidad, casi siempre por el sector derecho. Pero también fue necesaria la ayuda ajena para reponerse del golpe y la misma llegó. Es que en Velez el problema no es jugar con un equipo plagado de pibes, sino que la cuestión es la horripilantez de los jugadores añejos como Somoza, quien tras recuperar una pelota en el medio y de espaldas, quiso dar un pase hacia Aguerre pero lo dejó corto, al alcance del pique de Carrasco para que este empatara el partido.

El gol le trajo serenidad al conjunto de Forestello, que se afirmó en el terreno y en base al orden tuvo un desarrollo de juego bastante tranquilo para lo que fue todo su torneo. El 4-3-3 exigía pases rápidos y directos para sus delanteros y así romper la presión de Velez. En el local debió ingresar Agustín Doffo en lugar de Lucas Romero quien se torció el tobillo. Entre Doffo, Delgadillo y Toledo estuvo lo mejor del fortín, siempre desde los costados, ya que ver el medio entre Somoza y Asad, es mucho mas parecido a una película de terror o un documental sobre Cavallo. Caraglio estuvo siempre bien controlado y no pudo ser asistido nunca por sus compañeros en toda la tarde. A los 29′ Delgadillo evadió a tres defensores y metió el centro atras; el despeje fue muy corto y le quedó a Asad quien remató con pierna derecha al segundo palo obligando a la estirada de Lanzillotta para despejar.

El arranque del segundo tiempo tuvo de todo para velez: sábanas, almohadas, colchones y un despertador que nunca sonó. La siesta le permitió a Chicago dar vuelta la historia, gracias a un cambio de frente de Arias hacia la derecha. Galarza (de gran duelo personal con Delgadillo) llegó hasta el fondo llevándose la pelota gracias a un pésimo despeje de Grillo y el centro al medio encontró el anticipo de Gagliardi en el área chica. Tres minutos después el propio Gagliardi pudo liquidar el partido de cabeza tras un tiro libre pero la pelota se fue al lado del palo. Velez seguía groggy y no podía abrir la defensa visitante.

La expulsión de Vera a los 13 minutos de la segunda mitad fue la frontera hacia una nueva dimensión del partido, aquella que lo tuvo al local monopolizando las acciones del partido y empujando sin mucha claridad, chocando una y otra vez con sus propias limitaciones, con la defensa y sobretodo con Lanzillota, la gran figura del encuentro, quien tapó varios remates que pudieron ser el empate. En concreto, el tercer arquero de Chicago desde hace 4 años (!) solo fue vencido a los 19 minutos cuando un pelotazo de Somoza encontró la cabeza de Caraglio, pero su remate bombeado se fue al lado del palo. Luego de eso, el guardameta atajó no menos de 4 pelotas de gol, incluyendo un remate de Doffo a mano cambiada a los 23′ y un cabezazo de Amor de pique al primer palo ya en tiempo recuperado. El partido se detuvo 15 minutos porque la hinchada local decidió ser protagonista, subiendose al alambrado para gastar a quienes les estaban ganando, y frenando así el ritmo de sus jugadores. Todos los pelotud points de esta fecha son para ellos.

La respuesta flogger.

El partido terminó con la defensa de Mataderos sacando una y otra vez los bochazos para Nanni y Caraglio que caían al área y Forestello, el Roger Federer pampeano, pidiendo por favor al juez que lo termine luego de los 16 minutos de tiempo recuperado. El final llegó con la gente de Velez silbando a Somoza e insultando a Russo, figurita mas que repetida en lo que va del campeonato. La policía debió hacerse presente en el playón para que algunos hinchas no tuvieran la chance de exteriorizar su bronca físicamente y cara a cara con los protagonistas.

Godoy Cruz 3 – Temperley 0

(*) por Cachengue

Daniel Oldrá volvió a colocarse el traje de bombero para apagar el incendio dejado por Gabirel Heinze en pleno Parque San Martín de Mendoza. Para colmo llegaba el Gasolero de Ricky Rezza para avivar las llamas. Por suerte su Godoy Cruz golpeó tres veces en momentos claves del partido para neutralizar a un Temperley que falló tanto en su ferrea marca como en la velocidad de su ataque.

El Pelado paró a los muchachos de la Bodega en un 4-2-2-2 con la idea de controlar todas las líneas del juego con trasporte de la pelota y potencia de Leandro Fernández en el ataque. Eso sí, tuvo que arreglarse con ofertas desaldo en el outlet de La Boca al defensor Nahuél Zárate y al volante Pol Fernández entre sus titulares. El doble de Pettinato paró al Celeste en un 4-3-2-1 con el histórico Federico Crivelli en el arco, el Tonga Aguirre en la zaga central y el intento de Leonardo Tiki Tiki Di Lorenzo para no dejar solos a Fabián Sambueza y Fernándo Brandán en la creación y sólo arriba Javier Grbec.

Being Cat Oldrá (?)

Durante los primeros 20 minutos hubo un préstamo de la pelota para ambos equipos pero al parecer el visitante pagaba los intereses (?). El equipo del Gato Oldrá empezó a acercarse al arco de Crivelli con una finta al medio y remate fuera del área de Leandro Fernández a los 10′ tras una jugada preparada desde el tiro de esquina que se fue al costadito del palo derecho. Una rosa de tiro libre de Fabricio Angeleri desde el vértice derecho se fue por arriba de Del caño. El equipo del sur del GBA solo inquietaba con alguna corrida de Federico Brandán, oriundo de estas tierras regada de vino y radicales como Cleto Cobos (?). El 7 celeste bajó un pase largo de Aguirre y, tras una habilitación de jugador eructo Grbec elevó su remate ante los cinco dedos de Rodrigo Rey. Inmediatamente el delantero nacido en Hurlingham recibió la pelota de un lanzamiento de Christian Chimino y la revoleó hasta William Morris (?)

El Tomba abrió el marcador a los 35′. Gustavo Orlando Díaz metió más pases a los delanteros que clubes en su carrera (marche un amorio a la guita ahí). En un buen toqueteo colectivo, recibió la pelota en el borde del área y abrióhacia la derecha para el remate de primera y combado de Angeleri. Temperley tuvo la oportunidad del empate en un mano a mano de Brandán desde un pelotazo de atrás de mitad de cancha pero se fue abriendo con la pelota y cuando tuvo oportunidad de apuntar hacia el arco se encontró con el cuerpo de Rey ennviando el balón al corner. 60 segundos después llegó una acción individual de Leandro Fernández que ampliaría las cifra. El hombre vendado en la capocha reiteró su corrida por derecha sólo que esta vez cruzó su remate al mismo rincón del primer gol. Con ese golpe certero en el ánimo temperlino se cerró la primera mitad.

Partido muy Uoff del Tonga Aguirre.

Para colmo de males para RRDT y sus dirigidos llegó el gol definitivo a los 3 del segundo tiempo. Un desborde por izquierda de Gonzalo Díaz y el centro atrás para el pie derecho bien abierto de Juan Fernando Garro que cerró todo atisbo de reacción del visitante.

Con 40 minutos de regalo, Godoy Cruz dominó las riendas del partido, relajó y se pegó la mona hasta el final. Rezza decidió abroquelar al equipo con un medio-campo más batallador: es otras palabras, si nos van a bailar pongamos la piernita. Sobre el final del encuentro, Temperley apeló a la vergüenza deportiva y buscó el descuento descuidando su última línea cuando Fernández desvió el posible cuarto gol.

Dedicado a Gabriel Heinze donde quiera que ahora este su palco.

Los vecinos de Garganta de Lata tomaron tres puntos e hicieron pun (?) a la recha negativa de tres partidos sin ganar y mantiene sus chances de entrar en la Liguilla Pre-Sudamericana. Su próxima visita será la cuenca lechera deRafaela. En cambio, para el Gasolero esta fue su tercera derrota y aún no aseguró su permanencia en primera división. Para ello deberá sumar de a tres cuando reciba en el Bereguer a los troglioditas de GELP.

Nota de LRF!: Aún no han bajado a Gabriel Heinze de la platea al Monumento a San Martín del Cerro La Gloria. Hasta que no muestre el carnet seguirá allí.

Unión 0 – Colon 0

Bien podríamos dejar toda esta crónica vacía, tal como los jugadores decidieron dejar al partido. Un clásico muy esperado, con Colón al borde de pelear por no descender (le lleva 5 puntos al CANCH con 9 en disputa) terminó siendo un embole y una decepción total. Los hinchas de Unión coparon el 15 de Abril y ofrecieron un recibimiento espectacular, para que luego los jugadores demostraran en la cancha que el miedo a perder pudo mas.

Durante el primer tiempo, pelotazos, presión, despliegue físico y nuevamente pelotazos. Y durante el segundo, también (?). En la primera mitad solo destacaron un cabezazo de Leo Sanchez que pasó cerca tras un tiro de esquina, un tiro libre de Malcorra que se fue por arriba del travesaño y la primera falta pelotuda de Britez contra el costado derecho que le valió la amarilla, y sumada a otra falta bastante innecesaria e infantil a los 10 minutos de la segunda parte le valió la expulsión.

La argentum huye de semejante bodrio santafesino.

Esto abrió un poco mas el partido y sumado al cansanció permitió alguna que otra llegada, dentro del trámite muy apagado. Colon tuvo las suyas con un remate de Alan Ruiz y una jugada de Sperdutti que tras enganchar y dejar en el piso a Zurbriggen tenía todo para patear al arco, pero volvió a enganchar hacia afuera (!) permitiendo que el defensor se recuperara y le ahogara la chance. Unión tuvo la última en un contragolpe pero Riaño no pudo superar la marca de Conti para dejarlo solo a Gamba que entraba por la izquierda. Final en cero y manto de piedad para un clásico insulso.

Boca Juniors 1 – Crucero del Norte 0

(*) por Cachengue

Partido choto por parte de Boca pero necesario para sacar más diferencia en el tramo final del grondoniano coso de 30. También significó el final del recorrido por la A de ese bondi misionero alimentado de grama bahiana y pocas ideas futbolísticas llamado Crucero del Norte. Algo que se veía venir y más con choferes como Gabriel Schurrer en el inicio y posteriormente Sebastián Pascualito Rambert, que supo decir jugale jugale junto a Ramón Diaz.

El mismo 4-3-1-2 que supo adoptar Rodolfo Arruabarrena desde la Tevezmanía en Boca. Cristian Erbes y Rodrigo Betancur controlaron el medio mientras Nicolás Colazo ocupó el sector izquierdo colaborando con Nicolás Lodeiro y la dupla originada en LCDTMAB conformada por Carlos Tévez y Jonathan Calleri.

Quien supo hacer avioncitos de jugador ahora se dedica a apilar micros de larga distancia en el arco defendido por Horacio Ramírez. 5-3-2, mediocampo de recuperación y lo que pudieran hacer las piernas de Ariel Cólzera junto a Pablo Ren & Stupiski como línea más adelantada, o sea apenas cruzando la mitad de cancha.

Tras 12 horas de viajar por la ruta 14 hasta la Bombonera, sufrió el micro-lag (?). Sino no se explica la horripilante forma de achicar ante cada pase en cortada que dejaba en total soledad para definir a los delanteros de Boca. Si a esta mezcla hay que agregarle los errores del árbitro Mauro Vigliano para cobrar una caida de Lodeiro ante su encuentro dentro del área con Ramírez. El xeneize tenía a los 6′ su primera oportunidad para convertir en los pies de Tévez. Lastimosamente, el oriundo del Barrio Ejército de Los Andes remató por arriba del travesaño la pena máxima. Otro parapan al pedo de Mollo.

Carlito’ esta feli’ aunque erre penales.

Carlitos tuvo su revancha. A los 11′ una gran jugada colectivo que derivó en la asistencia del 14 azul y oro para el 10 que no es Riquelme ante una nuevo achique en falso del conjunto misionero. Tévez dejó en el camino al arquero y en la raya de fondo ocó hacia el medio y el tobillo torcido de Gabriel Tomasini en pleno retroceso la empujo contra su propia meta.

El primer tiempo fue un concierto de llegadas para el local. Primero a los 5′ tras un desborde por izquierda Nicolás Colazo la paró con el pecho y la mandó por arriba. Un toqueteo entre el 18 y Luciano Monzón le permitío al ex-Juventus probar los reflejos del arquero mesopotámico por los 17′. Antes, Rodrigo Betancur desvió su al pisar el área rival. Una nueva triangulación entre Lodeiro hacia la derecha para Calleri quién lanzó hacia atrás para el rubio Colazo que la mandó afuera por los 21′. El 27 de Boca desperdició su remate un minuto después tras once pases seguidos, la asistencia de Gino Peruzzi y el amague de Lodeiro. Por cierto el uruguayo también desvió su remate a los 26′. Todas oportunidades tiradas a cualquier parte, desaprovechando la supremacia de Boca con la pelota y dejando en ridículo el costado izquierdo de la defensa del rival. No lo liquidó y así terminó el primer tiempo con la casi certeza que el segundo gol llegaría por osmosis, aunque para eso hay que meter la pelotita adentro.

Double Dragon Diaz

¿Y que hay de las llegadas de Crucero del Norte? Parece que la encomienda con las intenciones ofensivas del equipo visitante fueron retenidas en Retiro o tal vez las hayan guardado para sus próximos partidos en la B Nacional. Apenas un tirito por afuera de Cólzera que le permitió ver a Orión si tenía los dedos bien acomodados en los guantes.

Para el ST, Boca boludeó de más sabiendo la imposibilidad de que CDN llegara con peligro, como si sus móviles no pudieran salir por las fajas de seguridad del PRO no se lo permitieran. El Cata Díaz no quiso que sus rivales se fueran de la Bombonera y de Primera sin un suvenir de recuerdo o al menos una chance real de peligro. Por eso a los 2′ le clavó todos los tapones en el pecho de Maximiliano Oliva y dentro del área. Menos mal que no fue el Diegote a su novia porque sino teníamos a Rial pasando el tape por Intrusos. ¿Vigliano? ¿Belatti, el asistente? Siga, siga como si fuera un jueguito de Double Dragon con Abobo haciendo de las suyas. Curioso viendo su accionar en el misma área en el comienzo del partido.

Le salieron pelos en la mano al Vasco de tanta paja para definir.

Como adolescente con decodificador en los noventa, Boca se masturbó con la pelota el resto del partido pero no pudo convertir gol como solían pregonar Beavis and Butthead. Tuvo algunas llegadas, nada que una media tirada en la habitación las manos de Ramírez no puedieran evitar. Un remate elevado de Tévez a los 9′, una pifia en el remate final de Lodeiro a los 19, una buena jugada individual de Tévez al minuto 28 que supo detener el arquero junto a un palo, una salvada de Julio Barraza ante un toque por arriba de Calleri allá a los 34 y una contención final del 22 de la empresa de micros ante un nuevo envío de Tévez a tres del final.

Después de probar las mil y una maneras de hacer la dormidita, llegó el final del partido. Hasta Arruabarrena tenía paja de hacer los cambios y forreó aún más el partido con el ingreso del chilote José Pedro Fuenzalida, de quién aún no se sabe de qué carajo juega y por qué lo hace en Boca. De hecho el único momento en que los jugadores visitantes fueron para adelante fue hacia el vestuario para pedirle autógrafos a Tévez sin (?).

Así se terminaron las desventuras en micro de un Crucero en Primera con edad del pavo, 26(?) y 5 ascensos en 12 años. Ya no podrá decir que tiene 0 descensos en su camiseta. Sus últimos tres actuaciones serán a todo culor: ante Independiente en Garupá, Racing en Avellaneda y cierra en las afueras de Misiones ante las olas, el viento y el sucundún de Aldosivi.

Boca logró romper el maleficio ante los equipos ascendidos. La Vasconeta está a seis de San Lorenzo, su más inmediato seguidor y a ocho de la chalina rosarigasina de Coudet. Sólo quedan nueve en juego y la chance de dar la vuelta si se dan los resultados en el Cilindro de Avellaneda ante Racing.

Nota de LRF!: El Colectivero puede irse de Primera División sin ganar un sólo partido de visitante y así igualar el record de Argentino de Quilmes en 1939. Esto pasa cuando asciende un equipo de mitad de tabla del ascenso de golpe.

Independiente 3 – River Plate 0

(*) por Gancedo

Hay técnicos que optan por el jogging y la camperita, como Bielsa. Después esta el estilo europeo, donde la mayoría están de impecable traje y zapatos bien brillosos. Lo tenemos al Chacho Coudet, con su bufandita cábala. Pero si se trata de vestimenta, el que erró hoy fue el Muñeco Gallardo. Sí, porque de haberlo sabido, debió haberse traído el sombrero de lentejuela, la matraca y la maraca gigante del carnaval carioca para estar a tono con SEMEJANTE BAILE.

Aunque parezca mentira, y aunque por momentos Ponzio sea un desastre con la pelota en los pies, River es una cosa con él y otra sin él. O si quieren, cuando juega con doble cinco y cuando no. Y se notó de entrada: la contención fue nula y ya en los primeros minutos se podía ver como el Cebolla Rodríguez y Benitez intentarían cerrarse para jugar a espaldas de Kranevitter. A los tres minutos el propio Benitez no pudo conectar un centro desde la izquierda estando más sólo que Patricia Bullrich el 17 de Octubre (?). Dos minutos después, llegó la apertura del marcador: tras un córner mal ejecutado por Jesús Méndez, la pelota le volvió y esta vez sí mandó un centro como la gente para que aparezca Tagliafico y ante la atenta mirada de Balanta y Driussi, con un frentazo la mande al fondo del arco. Premio para el lateral del Rojo que viene levantado el nivel exponencialmente.

River reaccionó y a los 7′ tuvo la suya con un tiro libre de Pisculichi que obligó a una volada de Rodríguez mitad necesaria, mitad para la foto. Sin embargo, fue lo más cerca que estuvo el Millonario del arco rival, con o sin la pelota. Cuando la tuvo, el individualismo fue mayúsculo. Si el Pity Martínez levantara la cabeza tanto como levanta la mano para pedir disculpas, sería un crack. Bertolo estuvo bien controlado por Toledo, Piscu intentó ser manija pero estuvieron inconexos entre todos. Y lo de Saviola ya realmente llama la atención: parece no quedar ni un vestigio de aquel enano picante que metía diagonales a lo loco y te asesinaba en el mano a mano. Pero peor fue cuando River no tuvo la pelota: retrocedió pésimo, los laterales no tuvieron ayuda y tampoco ayudaron en ataque. Kranevitter a los gritos pidiendo que cierren líneas ante el avance del Rojo, que supo utilizar muy bien la pelota sin tenerla demasiado: en cuatro toques podía estar tranquilamente en el área de enfrente y si no aumentó el marcador, fue por alguna intervención salvadora de Maidana (que aún así no tuvo su mejor partido) y de Barovero.

Tagliafico grita con ganas su gol. Detrás, Balanta lo mira a Driussi buscando complicidad en el error. La cara del juvenil delantero lo dice todo: se durmió en la marca (?).

Hablabamos de los laterales… bueno, a esta altura podemos decir que River fue a comprar a Casco y le vendieron una boina (?). Lo del lateral ex Newell’s fue pésimo toda la noche: se proyectó poco y mal, con la pelota erró pases a dos metros y tuvo problemas para cerrar el avance de quién viniera por su lado. Y fue tan malo que hasta se dio el lujo de cometer el penal mas burdo y tonto de los últimos años, tras un innecesario empujón a Benítez que si Pitana no lo cobra como hizo con aquella mano en el anterior clásico que dirigió tiene que dedicarse a la actuación. El Ruso Rodríguez se hizo cargo como siempre y la mando a guardar, aunque Barovero alcanzó a tocarla. 2 a 0 merecido. El Rojo siguió yendo por más y hasta tuvo la suya Trejo tras un contragolpe perfecto en donde Vera deja pasar y Ortíz comanda y toca para el 17, pero el remate se fue ancho cuando quizás tenía un tiempo más para pensar y decidir. Dos minutos después de esa, Maidana se la quiere dar de cabeza a Barovero y la deja cortísima, Viruta Vera aprovecha para encarar mano a mano, espera a que se mueva el arquero pero éste aguanta bien y termina tapando el remate abajo. Cuando ya parecía que nada podía estar peor para el equipo del Muñeco, a los 42′ Pisculichi vuelve a meter un planchazo al querer trabar con el Marciano Ortiz y Pitana le muestra correctamente la tarjeta roja. Panorama negro para un equipo que en el primer tiempo no dio dos pases seguidos y dio todo tipo de ventaja en defensa.

Para el complemento, Gallardo intentó un volantazo y mandó al campo a dos habituales titulares como son Carlos Sánchez y Mora, a fin de cambiar el rumbo del partido. Cosa que quizás pudo haber pasado si Pitana no se tragaba este penal de Rodríguez a Driussi que encima cobró foul del delantero (!). Quien escribe estas líneas no se cansa de decirlo: los referís no son bueno o malos, son influenciables. Si hoy le dicen «incliná un poquito para acá», van y lo hacen. Pitana hoy no le cobra un penal a River, antes no se lo cobró a Independiente. Lo mismo corre para Delfino y las quejas de San Lorenzo (si no fuera por este gol quizás hubieran descendido), o Vigliano con los penales en cancha de Boca (¿recuerdan esta jugada, no?). Hoy te doy, mañana te saco: Grondonismo explícito.

Méndez y Bertolo luchan por la pelota, con Ortíz siguiendo de cerca la acción. El doble cinco de Independiente se comió a los volantes de generación de River.

Más allá de esta jugada aislada, River nunca tuvo las riendas del partido. La bocha la manejo siempre el local de la mano del trío Ortíz-Méndez-Rodríguez, buscando asociarse en corto hasta tres cuartos para allí romper el ritmo con el cambio de velocidad del Cebolla y de Benítez. Pudo caer el tercero a los 10′ cuando tras un rebote tomado por Vera, el uruguayo sacó un derechazo que hizo temblar el travesaño. River arrimó de casualidad a los 14′, cuando Mora -que en pocos minutos ya había hecho más que lo que queda de Saviola- le robó la pelota a Pellerano y envió un centro atrás que el Pity Martínez envió a la segunda bandeja.

River intentó el último y desesperado cambio con el ingreso de Viudez por el propio Martínez, pero la dificultad de tener un hombre menos y dos goles abajo ante un equipo como el de Pellegrino es suficiente como para hacer imposible la remontada. Independiente no regaló un sólo espacio y forzó el error rival en todo momento. Los cambios fueron de nombres pero no de actitud: la vuelta de Mancuello y el ingreso de Lucero le dieron más aire incluso para apretar arriba cuando fue necesario. A los 40′, Mancu se animó con su marca registrada, el córner olímpico, pero Barovero respondió bien. Dos minutos después, llegó la estocada final. Bochazo largo de Tagliafico -de enorme partido- para que Vera baje la bocha para el ingresado Lucero, quien dejó para el Marciano Ortíz que tuvo el tiempo y la distancia necesario para esperar el pique del ex Defensa y Justicia, quien se filtró dentro del area y con un puntazo bajo venció la floja salida de Barovero.

La frutilla del postre para un Independiente que demuestra definitivamente su crecimiento desde la llegada de Pellegrino, tanto en lo individual como en lo colectivo, solidificando la defensa a pesar del arquero (?) y forjando un medio que sabe ocupar espacios. Borró de la cancha a su rival en cada metro cuadrado a tal punto que Gallardo, tras finalizar el partido y aún reconociendo fallas en el armado del equipo, felicitó a su rival. La pregunta del millón que queda en el aire es: cuando ven la tabla de posiciones, ¿cuantas puteadas por minuto le dedican los hinchas del Rojo a Almirón?

Goles

Top 10

Promedios

Hoy juegan:

20 hs. Aldosivi vs Lanus – DeporTV

21:10 hs. Banfield vs Racing – TV Pública