Peregrinando al cielo

En la tarde de mañana, el Liverpool de Juergen Klopp se enfrenta ante un partido totalmente inesperado, la replay de su encuentro de cuarta ronda de FA Cup ante el desconocido para las grandes luces Plymouth Argyle.

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Grandes Batacazos: Liverpool 3 (3) – Milan 3 (2)

Se preguntarán, con justa razón, qué hace éste partido en ésta sección. Pues bien, para nosotros la condición de batacazo no se la dio ni la actualidad de cada equipo, ni la composición de sus planteles, ni el recorrido de cada uno para llegar a la final de aquella 50ava edición de la UEFA Champions League. No, creemos que fue batacazo por el resultado final, teniendo en cuenta el marcador parcial con el que culminó el primer tiempo. Ni el más optimista hubiese pensado que el Liverpool podía ser capaz de dar vuelta el abultado resultado de tres goles abajo con el que se fue al vestuario aquel 25 de mayo de 2005.

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Esta vez no tiene mucho sentido hacer el flashback ya que la historia que vamos a contar transcurrió un año después del partido reseñado en el último post de esta sección, sin embargo vamos a tirar unos pocos datos de color para rellenar con un par de renglones (?). En aquel 2005, el Balón de Oro fue para Ronaldinho, quien venció en la terna final a Frank Lampard y Steve Gerrard (figura excluyente de éste Liverpool campeón continental) a pesar de que su Barcelona tuvo una magra participación en la Copa; el Papa Juan Pablo II fallecía, dejándole su lugar a Benedicto XVI, mejor conocido como El Papa Nazi (?); mientras que el gran George Best se iba de gira y pretemporada (?) a los 59 años.

Era un miércoles nublado en Argentina y la final de la Champions League no se disputaba los sábados como ahora, pero nos había tocado la suerte de celebrar nuestra Revolución de Mayo el mismo día en que se jugaba el partido definitorio de la competencia más importante a nivel de clubes del viejo continente, por lo que estaba todo dado para poder disfrutar de una de las mejores finales de la historia sin tener que faltar al laburo (?).

En el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul, en Turquía, ante más de 70 mil personas y sin ningún disturbio (?) se enfrentaron los equipos que comandaban por ese entonces el último DT saliente y el actual Míster del Real Madrid, hablamos de Carlo Ancelotti y Rafa Benítez, que en ese entonces dirigían al Milan y al Liverpool respectivamente.

El equipo Italiano ganó cómodo el Grupo F, con 13 unidades y lo siguió a la siguiente fase el Barcelona, que se ubicó segundo con 10; afuera habían quedado el Shakhtar Donetsk ucraniano y el Celtic escocés. Por su parte, el conjunto inglés clasificó a octavos de final obteniendo la segunda ubicación (10 puntos) del Grupo A, primero había quedado el Mónaco francés y eliminados el Olympiacos griego y el Deportivo de La Coruña gallego (que se convirtió en el primer equipo de la historia de la Champions League en no marcar goles en la fase de grupos).

¿Querés saber cuál fue el camino a la final de cada equipo? Bueno, te lo contamos (?) Los Reds vencieron al Bayer Leverkusen en octavos (6-2), a la Juventus en cuartos (2-1) y al Chelsea en semifinales (1-0); mientras que los rossoneri eliminaron al Manchester United en octavos (2-0), a su clásico rival, el Inter en cuartos (5-0) y al PSV Eindhoven en semis gracias al gol de visitante (3-3).

Andaba flojo de jugadores el Milan (?)

Andaba flojo de jugadores el Milan (?)

Entremos de lleno al partido. No había pasado un minuto de juego y el Milan se ponía arriba en el marcador. El conjunto italiano capitalizó un tiro libre desde el costado izquierdo a la altura del área, Andrea Pirlo envió un centro que il capitano Paolo Maldini conectó de derecha en el punto del penal para vencer a Dudek. 1 a 0 desde el vestuario. Recién al final del primer tiempo el Milan ampliaría la diferencia con dos golazos de Hernán Crespo, pero antes sufría la anulación de un tanto de Andry Shevchenko, quien había recibido un pase de Kaka para definir con la cara interna del su botín derecho al palo izquierdo del golero. La gestación del segundo gol fue similar al anulado previamente, Maldini le pasó el esférico al brasilero, que avanzó con pelota dominada por el centro del campo de juego, los puntas se abrieron y los defensores fueron en busca del hombre que poseía el balón, salvo que esta vez pudo soltarlo a tiempo y habilitar al ucraniano que desbordaba por la izquierda, éste a su vez envió un pase al centro del área para que el goleador argentino sólo tenga que empujar la pelota al fondo de la red. El tercero llegó antes de que los equipos se fueran al vestuario. Kaka recibió de espaldas un pase atrás de la mitad de la cancha, giró sobre su eje para quedar de cara al arco rival y metió un pase largo y milimétrico para Crespo, que encontró el balón en el borde del área y definió picándola ante la salida de Dudek, decretando el 3 a 0 con el que se irían al descanso.

¿Qué digo gol? Recontra golazo! (?)

¿Qué digo gol? Recontra golazo! (?)

El Liverpool salió a la cancha con un cambio para afrontar el segundo tiempo, el mediocampista alemán Dietman Hamann entró por el defensor Steve Finann (previamente, a los 23 del PT Rafa Benítez había sustituido al australiano Henry Kewell por el checo Vladimir Smicer). De arranque nomás, Xabi Alonso intentó con un disparo desde Anlfield (?) que se fue dándole un piquito al palo derecho de Dida. Respondió Milan aprovechando los espacios que dejaba la defensa de su rival y en una contra a Hyypia no le quedó más remedio que bajar a Kaka en el borde del área, Shevchenko se encargó del tiro libre y su remate con destino de gol encontró las manos de Dudek que envió el balón al córner. A partir  de este momento llega la ráfaga de amor ♫ del Liverpool, fueron solo 6 minutos para marcar 3 goles y lograr el empate. A los 54´ Riise recibió el balón recostado en izquierda y envió un centro al punto de penal que Steve Gerrard cabeceó sin marca alguna para marcar el descuento; a los 56´, el recién ingresado Hamann le pasó el balón a Xabi Alonso y éste lo cedió a Smicer, que sacó un sablazo que se metió en la ratonera derecha de Dida; cuatro minutos más tarde, Gerrard se inventó un penal al zambullirse dentro del área cuando era perseguido por Gennaro Gattusso y Xabi Alonso marcó el empate, no desde los doce pasos ya que Dida le había tapado el remate, sino gracias a que aprovechó el rebote corto que dejó el arquero. Después de la parda todo fue del Milan, Carragher se revolcaba una y otra vez tratando de que los delanteros rivales no definan con comodidad. Lo cierto es que pudo ganarlo el club italiano y más cierto aún es que no lo ganó (?). Así finalizaron los 90 minutos.

Xabi Alonso y Milan Baros, el Maradona checo (?) gritando el gol del empate.

Xabi Alonso y Milan Baros, el Maradona checo (?) gritando el gol del empate.

Ya en el alargue el Milan siguió insistiendo para impedir que el partido llegue a la instancia de los penales. Se lo perdió Jon Dahl Tomasson que no pudo conectar un centro cuando entraba solo por la derecha y luego Dudek le sacó una pelota en la línea a Shevchenko cuando estaba desparramado en el piso, ganándose el saludo de sus compañeros que lo abrazaban como si hubiese convertido un gol. Sin poder romper la paridad, llegaba el momento de definir el partido en la tanda de penales.

El primero en agarrar el balón fue el jugador del Milan Serghino, quien remató por encima del travesaño; Hamann convertía para el Liverpool; el siguiente turno fue de Pirlo mientras que Dudek empezaba a saltar y moverse antes de que el italiano remate, y le salió bien ya que pudo contener el remate del excelso shooteador;  Djibril Cissé ampliaba a dos la diferencia para el club inglés; descontó Tomasson y luego Dida le tapaba el remate a Riise acortando la distancia para el conjunto italiano; reafirmaba Kaka, que con absoluta tranquilidad empataba el marcador; Smicer marcó el cuarto de los Reds, poniendo el 3:2; era el turno de Shevchenko, quien tenía que convertir el último penal de su equipo para empatar la serie y rogar que el Liverpool no convierta el suyo para estirar la tanda de penales, sin embargo el ucraniano no pudo vencer el baile exótico del polaco, quien tapó su remate con la pierna, convirtiéndose en la cara visible de la derrota (?).

El meneaito, el meneaito, el meneaito, ahí, ahí, ahí, ahí ♫

El meneaito, el meneaito, el meneaito, ahí, ahí, ahí, ahí ♫

Así fue cómo el equipo de Rafa Benítez, quien había levantado la Copa UEFA un año antes con el Valencia, llevó al equipo de Anfield a su primera final de la Champions League después de 20 años y a consagrarse por quinta vez como el club más grande de Europa. Mientras que el Milan tendría pronta revancha ya que dos años más tarde obtendría este mismo torneo y, con ello, la oportunidad de vencer a su clásico rival en Japón con una actuación de ese brasilero que pintaba para crack (?).

A manera de cierre, el Milan llegaba como favorito, había eliminado a equipos importantes en la fase del mata-mata y venía de dar una muestra de carácter al dar vuelta el partido de semifinales frente al PSV, quien lo había vencido por 3 a 1 en el partido de ida. Además, si miramos las formaciones, en nombres era un poco superior a su rival. Para colmo, esa condición la revalidó a través del gol de Maldini antes de que se cumpla un minuto de juego. A pesar de que al Liverpool en ese momento se les quemaron un par de papeles y que con los dos goles posteriores se le prendieron fuego todas las cajas que guardaban en Iron Moutain (?), tenía una historia copera (aunque no tan contemporánea) que no se podía obviar. Sin embargo ¿quién en su sano juicio iba a apostar que iba a poder dar vuelta ese resultado? Por cosas como éstas es linda el fútbol, porque de vez en cuando te sorprende y te regala un buen tema de conversación cuando ya agotaste el debate de cuál es la mejor pizzería no sabés de que más hablar (?).