River se llevó el superclásico en Mar del Plata por la mínima. Un partido desnaturalizado por las patadas, guapeadas al pedo, cinco tarjetas rojas y un penal evitable que convirtió Leandro Pisculichi.
River se llevó el superclásico en Mar del Plata por la mínima. Un partido desnaturalizado por las patadas, guapeadas al pedo, cinco tarjetas rojas y un penal evitable que convirtió Leandro Pisculichi.