Grandes DTs sobrevalorados del fóbal mundial – Rarities Nº2

Y ahora sí, el final de la sección. Los 15 restantes que, por distintas razones, no tuvieron -aún o no aún, conmigo y sinmigo (?)- lugar.

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Grandes DT’s sobrevalorados del fóbal mundial – Rarities (?) Nº 1

Buenas tardes, gente. Como sugerí en el último post formal, era un final provisorio -y formal, pero no da andar repitiendo palabras (?)-. A lo largo de la sección, además de críticas, puteadas, termeadas y cuestiones varias, hubo sugerencias. Con algunas se pudo hacer un post, con otras no dió por diferentes razones. Este post es un poco de todo: un excusómetro, un plan futuro en caso de retomar la sección, un plano, en caso de que se pueda seguir.

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Grandes DTs sobrevalorados del fóbal mundial – Volumen 11: Carlos Salvador Bilardo

Penúltimo volumen -al menos provisorio- de esta sección destinada a rellenar espacio en la web desenmascarar (?) entrenadores. Esta vez, agarramos a uno de los dos pesos pesados de la historia de la dirección técnica en nuestro país -al menos, a juzgar por la importancia dada al máximo trofeo a nivel de selecciones nacionales-.

Bilardo Donn

 

Como hemos visto a lo largo de la sección, hemos tratado de respetar, de la manera mas ajustada posible, las tres/cuatro (?) características que expusimos en nuestro post piloto -para quien no quiere abrir el link anterior, se resumen en: la relación logros/vigencia, el material humano a disposición, el discurso mediático, y un cuarto (casi mas explicativo que una característica en sí), que es no equiparar la sobrevaloración con la incapacidad (lo cual podrá o no ser materia de otra sección, como muchos me han sugerido en varias de estas ediciones)-. Pero para el reseñado actual -al igual que para el siguiente-, se requiere una precisión extra.

Al igual que en muchos ámbitos de la vida, el éxito en el fútbol no sólo encumbra a equipos, y en el caso que nos ocupa, a individuos; sino que coloca sobre todos estos, a través de un operativo generalizador -casi por momentos, mas para colocación mediática y para consumo de una plebe futbolera presuntamente mas incapaz que sus comunicadores-, ciertos atributos o ideas generales. Calculo que no hace falta ejemplificar con sucesos y personajes recientes Mou vs Pep , por eso uno puede directamente pasar a remarcar el quid de nuestra cuestión: nuestros últimos personajes pasaron a creerse realmente depositarios de esos arquetipos construidos, con mayor o menor conciencia de ello -no nos importa si las razones para ello son el ego, la pelotudez, la ignorancia o la combinación de todo ellos-.

En el caso del homenajeado de hoy, destaca la manera en la que logró, en un giro completamente irónico, arrogarse en adalid de cualidades que cada vez mas incumplió con creces. Sería tema de tesis doctoral (?) una posible relación entre la mayor profundización del capitalismo en el fútbol, y los cambios discursivos en relación a aquel: así, por caso, ponderamos la producción futbolística en función de la ganancia rápida y exigimos mas sobre el gasto físico que sobre la cualidad del trabajo en sí -por eso no se pide en las crisis que jueguen mejor sino que pongan huevos (lease, esfuerzo)-. Es decir, se exige algo que requiere mucho menos del conocimiento del juego en sí que de un concepto simple que desnaturaliza al juego -eso después se trasladó a una idea de la estadística en un deporte donde esa recolección de datos sirve mucho menos que en otros (básquet, baseball, fútbol de putos americano): de que carajo sirve saber cuantos kilómetros corrió el 3 de Villa Culo si el pelotudo no sabe centrar, queda siempre mal parado y marca menos que el As y Sport (?)-. Esa pelotudización del deporte, al final, termina yendo de la mano con el imperativo EXCLUSIVO de GANAR, GANAR, GANAR -las implicaciones no son sólo en este tipo de discurso, el lunes próximo veremos cómo también sea usa en el contrario (keyword: POSESIÓN)-. Y como decíamos, la mayor ironía de nuestro sujeto en cuestión reside en cómo se hizo adalid del GANAR -a pesar de los peros que dijo ponerle, aunque de modo contradictorio-, cuando irónicamente ganó bastante poco en 35 años de actividad. Y si por si fuera poco; encima fue tan inteligente no sólo de amoldarlo -y amoldarse- a una estrategia de construcción de un personaje mediático simpático -algo que otro DT hizo, pero para encubrir razones de tipo policial-; sino que encima pudo aprovechar un momento para obtener cuotas de poder y generar una herencia tan carente de éxitos como lo fue buena parte de su carrera -la mas pura expresión de esa herencia, como todos sabemos, fueron los muchachos del 86 (como realidad y como concepto que requería una oportunidad por haber ganado algo como jugadores: el trabajo y el pensamiento chamánico/carismático juntos, para que Max Weber la siga mamando (?))-. En fín, el mayor y mas espectacular éxito de Bilardo no fue ganar la Copa del Mundo; sino asociarse a una forma de percepción del juego -en progresiva boga y en consonancia con toda una serie de cambios a todo nivel, en y más allá del fútbol- que no sólo él no representaba cabalmente, sino a la que ni siquiera alimentaba con sello propio -y encima sostenerse como referente de aquel Fredes como concepto por no menos de tres décadas-.

Notarán que nos faltó, en esta perorata larga, hablar de las malas artes; algo de lo que presuntamente nuestro homenajeado habría heredado del DT mas exitoso que lo tuvo como jugador. No nos explayaremos demasiado en eso; principalmente porque: a) las malas artes no requieren sólo del ideólogo, sino de quien está dispuesto a ejecutarlas; b) dichas malas artes son, por suerte o desgracia, parte del juego –y sí, pinto el maquiavelismo-; c) es difícil ponderar unas malas artes por sobre otras -léase: es posible que pinchar rivales u otorgar laxantes sea una acción vil, pero en un fútbol donde algunos hacen ética a partir de mundiales amañados o ensangrentados, no lo exculpa pero le quita una parte de su dosis de crapulencia-.

Carlos Salvador Bilardo, aka El Narigón, aka el inventor del 3-5-2 (?), aka Pisalo Pisalo (?); nació en La Paternal en el año 1939. Arrancó su carrera dentro de la cancha en 1958 en San Lorenzo de Almagro, club con el que obtuvo el subcampeonato de 1959 -aunque ya savioleando haciéndole huequitos al banco- y participó en la Libertadores de 1960. Al próximo año, recaló en Deportivo Español, club en el que permaneció hasta 1965. Justo ese año arrancaría su período mas fecundo, y uno de los que lo identificaría para siempre: hasta 1970 formó parte del Estudiantes de La Plata que ganó TODO a nivel local e internacional -Metropolitano 1967, Copas Libertadores de 1968 a 1970, Intercontinental 1968 e Interamericana 1969-. Con el fín de la década, pondría punto final a su carrera como jugador.

Estudiantes 1975

 

Su carrera después de colgar las botas inició de inmediato. Como muchos de nuestros homenajeados, arrancó como ayudante de campo, en este caso del propio Osvaldo Zubeldía, artífice de esa era dorada para el León. Para 1971 tendría su oportunidad como entrenador a cargo, salvando al rojiblanco del descenso en el Metropolitano correspondiente -huelga una mínima mención al plantel desmantelado-. Se iría, pero sólo para volver dos años después. Recién en 1975 -después de algún mitadtableo y actuaciones que no terminaban de engranar- lograría armar un equipo plenamente competitivo -destacarían los retornos de la Bruja Verón y de Galetti padre-, consiguiendo el subcampeonato en el Nacional de 1975 frente al River de Labruna. No obstante lo cual me sigue gustando el cabaret, lograría acceder a la Copa Libertadores del siguiente año, ganándole un partido desempate al subcampeón del Metropolitano, en ese caso Huracán. El año de 1976 no sería fructífero: en la Copa compartiría grupo con River y un par de venezolanos, pero otra vez el equipo de Labruna lo frustraría (ahora, de pasar la fase de grupos); lo cual, sumado a una floja performance dentro del país, lo haría renunciar en enero de 1977.

Según CSB cuenta, pensaba tomarse un descanso mas prolongado, pero parece que las razones del verde colombiano fueron demasiado convincentes, y terminó recalando en Colombia en general, y en el Deportivo Cali en particular. El subcampeonato obtenido en 1977 -notarán que, a esta altura, es toda una ironía cierta frase sobre los segundos- le permitiría poder disputar otra vez la Copa Libertadores en 1978 -no vamos a explayarnos sobre el torneo colombiano del 77, lo único que podemos decirles es que era más despelotado que el torneo de 30 equipos (o una mezcla de los formatos argentino/grondonístico (?), mexicano y los playoffs de la NBA)-. Dicho año, mientras su futuro archirrival saborearía las mieles del éxito a nivel mundial gracias a el arreglo con Perú el palo de Nanninga la obtención del Mundial, Carlos Salvador metería doble subcampeonato: repetiría hazaña en el Cafetero (?) -esta vez, atrás de Millonarios (antes había sido con Junior)-; y subcampeonato digno con el Boca del Toto Lorenzo -para eso, había ganado su grupo inicial (compartido con el mencionado Junior y los uruguayos INTELIGENCIA Peñarol y Danubio), y su grupo semifinal (con Cerro Porteño y Alianza Lima)-. Y decimos que fue un subcampeonato digno, porque después de un partido perfecto en Cali, el pincha rachero equipo del Toto le endosaría un 4-0 en la Bombonera.

Prioricé el extracto en colores; acá está la ida completa

Después de deslucidos pasos en San Lorenzo de Almagro -no pasaría la fase B en el Metro ni la zona D en el Nacional de 1979- y en la selección de Colombia -buena desde los números totales, pero donde fracasó en la clasificación al Mundial de 1982 (empatando de local con Perú y Uruguay, derrotado en sus respectivas visitas)-, sería hora de un tercer paso por el 54% de los votos 53% de La Plata.

Acá y acá, extractos de los partidos con Perú

Para 1982, se haría cargo del equipo, para el que reclutó a Sabella -desde Inglaterra-, Trobbiani -una vez vendido Patricio Hernández al fútbol italiano-, Russo y José Daniel Ponce -hasta el día de hoy, la mención del equipo con los cuatro en cancha es un mantra repetido ad nauseam por todo defensor del Doctor ante ataques de sus seudonémesis-. En el Nacional de 1982 pasó puntero la zona C, eliminó en cuartos al Santo tucumano, y cayó en semis contra Quilmes. Si ya esa situación era una mejora, para el Metropolitano esa situación se consolidaría con la obtención del Metropolitano 1982 -llamado Soberanía Nacional para la gente que se ríe de los nombres actuales de los torneos de Primera por el conflicto del Atlántico Sur acaecido ese mismo año-. Dicho título le daría la gran posibilidad de su vida: dirigir la Selección Argentina para el Mundial de 1986.

Estudiantes_de_La_Plata_1982

Justo justo, iba a iniciar la que, hasta este momento, es la discusión mas pelotuda de la historia del fútbol argentino -según nuestro héroe, la razón del encono habrían sido algunas declaraciones del anterior seleccionador a raíz de un partido de 1983 ante el Valladolid, lo cual parece un poco demasiado exagerado. No sólo porque la declaración en sí es una boludez, sino porque da mas para pensar que es una cuestión externa a una disputa seudoideológica (recordemos como CSB hizo un caballito de batalla de la oposición mediática, para después pactar y «olvidar». Como se ve, el kirchnerismo no innovó demasiado en este terreno)-. Pero volvamos a lo futbolístico, donde se jugaron la Copa América de 1983 y las eliminatorias al Mundial. La primera emparejaría a nuestra Selección con Ecuador y Brasil -recordemos que aún este torneo no se hacía a sede fija-; lo que se presumía como una competencia directa entre colosos sudamericanos a través de cagar a goles a Ecuador y los cruces directos; terminó degenerando en un ida y vuelta donde Argentina ganó de local y empató de visita con la canarinha, lo cual hubiera sido suficiente para llegar a las semis… si no fuera porque Argentina no pasó del empate ante la Cenicienta. Y como Brasil hizo los deberes, clasificaron ellos. Lo de la eliminatoria es de sobra conocido: primero en el grupo 1, un punto por encima del equipo con el que empató en la última fecha en el Monumental, Perú. Cuatro ganados, una derrota y ese triste, solitario y final empate.

Mucho se dijo sobre ese Mundial de 1986: que Bilardo era el Mike Bassett ochentoso, que presiones extradeportivas de todo tipo, que cómo va a ir un Garré, que Passarella y su problemita estomacal y de piel (?) con el futuro D10s -según CSB, por entonces no pasaba de ser un profeta en disputa (!)-. Sin negar esa situación, justo es decir que nunca deja de ser, a la luz de la trayectoria del personaje, un recurso retórico del mismo para victimización propia y consumo de los acólitos -no hace falta recordar, de paso, que todo lo que Clarín pudo criticarlo, no lo hacía El Gráfico y algún otro periodista, como así que esa disputa le importó bastante poco a la hora de cobrar (ver para quien comentó la final de 2006, por caso)-. Es más, precisamente una cacareada nota de 1983 -cacareada por los defensores de CSB- termina mostrando en Bilardo todos y cada uno de los lugares del opinólogo futbolero -y de otros temas- de los últimos 30-35 años: la pesada herencia, el autoritarismo –cuando yo estoy en la silla, nada de críticas, eh-, la chicana política directa -que, viniendo de un pasado amigo de Escobar y futuro amigo de Gaddafi, es un caso de caradurismo-, la deformación del discurso rival, la victimización y el populismo berreta -claro, porque Calabró en los ochenta era como cualquier hijo de vecino (?)-, etcétera –acá, en particular-. La verdad, como decía algún fenecido entrenador que le rompió el culo en los setenta, está en el verde césped, y la verdad es que, en un mes de 1986, en un Mundial de grandes equipos -de los cuales Bilardo enfrentó, sin que fuera su culpa, sólo a algunos-, Argentina levantó por última vez la Copa del Mundo, y la única vez que lo hizo sin sospechas –nadie, al día de hoy, piensa que la Mano de Dios es algo mas que la ceguera de los jueces-.

1, 2, 3, 4, 5, 6 y Héroes.

Y si uno remarca la falta de sospechas, es precisamente en contraposición a lo que se venía. Todo el crédito ganado se malgastó -toda otra ironía si uno recuerda la nota linkeada anteriormente-. Primero, jugando dos Copas Américas donde el equipo no refrendó lo que mostró en México -aunque claro, quienes venían de LTA en julio no se lanzaron a pecho descubierto-. En 1987, como local, el equipo pasó con una victoria y un empate ante Ecuador y Perú; que cosechó un dignísimo (?) cuarto puesto de local después de caer ante Uruguay y Colombia. Si poco hizo en su casa, mucho menos haría en Brasil, donde después de una aceptable fase de grupos, sólo obtuvo un empate con Paraguay en el cuadrangular final. Pero que importa, total lo groso es el Mundial.
Para qué. Quien esto firma, debe decir que hasta a sus tiernos ocho años se daba cuenta de que jugábamos como el orto. Si volvimos a la final, fue justamente porque D10S y sus apóstoles -Burru, Caniggia, Goyco (que por una vez en la vida tuvo manos)- existieron. Aunque claro, si reemplazás a un Valdano por un Dezotti, se hace jodido embocarle mas seguido a un arco. Uno entiende la épica -que en mi generación, entre otras cosas, degeneró en cariño a un Mundial bastante choto-, pero la verdad es que acá los críticos tienen toda la razón. Y no porque no le faltara material: si no quería repetir ciertos errores de 1982, al menos podría haber puesto suplentes grosos, o gente que lo ayudara al Diego -baste comparar una y otra lista-.

1, 2, 3, 4, 5, 6 y Héroes 2.

Y acá se vino la joda. Qué no se teorizó -es verdad que la mayor parte salió de los labios del siempre comedido Diego-… desde que Italia nos cagó en la final porque cagamos la final europea, hasta que todo esto motivó una cama devenida en el futuro primer doping del propio Diez. La cosa es que nunca nadie frenó eso, quizás porque era mas fácil hablar de eso, o porque era mas difícil justificar cómo una presunta conspiración puede partir de la subestimación a uno de los mejores jugadores de la historia. O como justo tuvieron que esperar a la final para actuar, justo en el partido mas retransmitido y visto al lo largo de un mundial de fútbol. Pero bueno, la máquina se puso a rodar, y la sarasa de la MÍSTICA -tan berreta como otras sarasas anteriores y posteriores- cobraría vida.

Recién para la temporada 1992/93, Bilardo volvería al banquillo. Y de paso, para aprovechar la ocasión y meter experiencia europea, que luego repetiría. El Sevilla fue quien contó con sus servicios, y además puso a su disposición a un joven Cholo Simeone, a un gran nueve como el croata Davor Suker, y por sobre todo a Diego Armando Maradona. Si bien era época de cupos, justo es decir que los tuvo bien cubiertos. Contrariamente a lo que se piensa, aún contó con un Maradona comprometido que hasta se dió el lujo de colaborar -entre otras cuestiones- con una victoria frente al Real Madrid -que a la postre le terminaría costando la Liga frente al Barcelona-. El séptimo puesto los dejó fuera de Copas europeas por enfrentamientos mutuos con el Atlético de Madrid, lo cual podría tomarse como una buena campaña; pero que no satisfacía el peseteral (?) invertido. Ah, en la segunda rueda del torneo, contra el Deportivo ocurriría el momento del famoso Pisalo Pisaloel de la patada involuntaria es el propio Maradona, Domingo es el fisio del Sevilla que atiende al jugador del equipo gallego-. Ah, de paso, no pasó de octavos de Copa del Rey.

Ahí ya se podía notar que el personaje se lo estaba terminando de morfar -es decir, nadie duda de que no se reduce al personaje, pero el tipo ya ni la caretea-. Todo lo cual no le impidió ser la primera opción del futuro presidente del país actual Jefe de Gobierno porteño, por entonces flamante presidente de Boca, para dirigir al club de la Riber-a (?). Que se puede agregar en esa etapa, que hizo las delicias de todo no hincha de Boca -salvo en los Superclásicos, obvio-: arranque con goleada de local, pera comerse media docena en la inaguración de un palco, el casi cómico 5-1 de Vélez, la ya sugerida victoria superclásica -sí, la del piquito-, los cinco penales errados por el Dié. De paso, Verón y Basualdo como refuerzos. Pero al menos, esa primera mitad iba a ser digna, con Boca metiendo un quinto puesto en el Clausura 96 que no conformaba, pero con un plantel de nivel. Parecía que el Apertura de 1996 -todo esto, mientras pasaba el Halley River ganaba una Copa Libertadores- pintaba promisorio. Pero llegó la gira por China -como siempre, Mauricio era todo un visionario (?)-, el rejunte de perros acercados por el DT, que parecía una joda después de la gente limpiada -se cambió al Mono por Guzmán, se trajo a Lorenzo, Dollberg, Sava (jugando de 11), Carrario, Pompei, Toresani (todo indica que el Doc jugó al PC Fútbol de época mezclando medicamento y algo que habrá agarrado de la pieza del Dié)-. Demás está decir que terminó décimo, viendo a su rival iniciar el camino al tricampeonato -el hincha apenas pudo festejar un nucazo y hacer fuerza por la Juventus a fín de año-, y con Bilardo eyectado.

ojo, convengamos que el sab*r d*l encuentr* y el triunfalismo son mufa...

ojo, convengamos que el sab*r d*l encuentr* y el triunfalismo son mufa…

Vamos llegando al final del recorrido serio, o al menos el que aún se puede explicar con algo de seriedad. Apenas eyectado de Boca, vuelve al Sevilla, en plena competencia (temporada 1996-97) -fecha 24- y para dirigir apenas tres fechas, donde tendría una victoria y dos derrotas, siendo un sandwichito entre José Antonio Camacho y Julián Rubio. Al año siguiente, lo encontraríamos enfocado al exotismo, yendo directo a Guatemala -no queda muy claro si como DT o como alguna especie de asesor-. Durante 1999 y 2000, Bilardo debió haber pensado que se quedó afuera en primera ronda de Italia 90, ya que se calzó el turbante y se fue de paseo a Libia -algo al pedo, porque Libia se había quedado eliminado prematuramente de la CAF 2000 en las preliminares en 1998-. Su último paso como DT lo tuvimos en Estudiantes -campaña presidencial de por medio-, equipo que agarró en abril de 2003. El equipo, urgido con el promedio y post derrota en el clásico, terminó séptimo el Clausura. El Apertura -torneo donde Bilardo dejó a Pachamé a cargo después de ganar el clásico- y quedó onceavo. Para el Clausura 2004, el ginebrólogo (?) retomó las riendas, pero sólo lograría (?) un puesto 14 que demostraba el final del recorrido. Miren si habrá sido insuficiente que el Pincha llamó a Mostaza para arreglarlo (?).

Los últimos años lo terminamos de encontrar en su faceta mediática -algo bastante particular en alguien que dice tener a la prensa matándolo, pero qué le hace una mancha mas al tigre-; destacando el famoso programa del león Marulo, un programa de dudoso humor dominical, entre otras tantas. Muy choto todo, pero mucho mas digno que su etapa como mánager de la Selección Argentina. No tanto por Maradona -que bueno, no hace falta decir que como DT es el mejor jugador de todos los tiempos-, sino por la conversión de las juveniles en el Adecco o el Manpower (?) de algunos de sus ex dirigidos -quizás casualmente, sólo se limitaba a aquellos que tenían poco sustento antes de que los levantara el Doctor-. Ahí, huelga decirlo, se terminó de hacer pedazos cualquier atisbo del muyo con el que se supo embarderar casi trenta años atrás -obviamente, para todos los que contamos con algún mínimo de espíritú crítico, los otros todavía le deben seguir ponderando cosas-. Quizás lo espere un final tranquilo -ya que ni siquiera pudo volver a Estudiantes como dirigente (se ve que el socio pincha es bueno y antifútbol pero no tan boludo)-, o quizás nos sorprenda. El tiempo dirá.

Conclusión: Demás está recordar que la categoría de sobrevalorado es comparativa y no absoluta. Mucho menos que el cariño del hincha de Estudiantes está absolutamente entendido y es comprensible -casi hasta querible-. Posiblemente, de no ser por su propio personaje, sería un técnico bastante respetable, ya que no tiene hundimientos profundos -seamos serios, ni que a Boca lo hubiera mandado a la B-. Pero su propio egocentrismo -que con el tiempo se edulcoró en todo ese personaje babeante y al borde del gagaísmo que sale por ahí- es lo que lo justifica de pleno en este espacio. Podría haber sido digno -aunque discutible-, eligió apostar siempre entre la gloria y Devoto, así que nosotros lo dejamos gritando GUARDIAAAASSS (?)

Tá luego, muchachos.

Grandes DTs sobrevalorados del fóbal mundial – Volumen 9: Sven Goran Eriksson

Novena edición de esta sección. Hoy, volvemos al viejo continente para tomar a otro de esos que parece de la escuela del Rafa Di Zeo Benítez. Quizás con un grado extra de dificultad, como veremos, aunque su presente de baldoseo platinum (?) nos favorezca.

Tengo un par de prospectos sobre los parecidos en esta foto, pero no la quiero  Callaonizar (?)

Tengo un par de prospectos sobre los parecidos en esta foto, pero no la quiero Callaonizar (?)

Sven Goran Eriksson nació en el país de Volvo, el metal alternativo (?), ABBA y la pornografía prehistórica, en el año 1948 de nuestro señor Jesucristo -soy ateo, pero me pintó imitar líneas de películas, viejo-. Nuevamente, como prácticamente todos nuestros homenajeados, supo recibir dinero a cambio de patear una pelota. En su caso, lo hizo a lo largo de nueve años, donde este central derecho nunca pasó de ser un habitué del ascenso de su país. Después de jugar en el Torsby IF, SF Sifhalla, KB Karlskoga, daría las hurras a los 27 años en el Vastra Frolunda –si están buscando los acentos, acá no los van a encontrar porque el teclado está hecho bosta-, debido a una lesión de rodilla.

Al final de su carrera, como muchos de nuestros homenajeados, tuvo que hacerse de abajo en ese ascenso que tan generosamente le había dado de morfar. Entre 1976 y 1977 sería ayudante de campo, en el modesto Degerfors, de un tal Tord Grip, ex referente como jugador de ese equipo en los 50 y 60, ex jugador de la selección sueca y al que Sven supo tener como entrenador -mucho mas tarde, nuestro homenajeado recordaría el favor y lo emplearía como asistente en varios de sus destinos a partir del final de siglo-.

Por ese entonces, los referentes principales del fútbol sueco eran dos ingleses, Bob Houghton y Roy Hodgson. Ambos lograrían, entre fines de los setenta y buena parte de los noventa, varios títulos locales en la máxima categoría del país bostero (?): el primero en el Malmo -donde además perdería tanto la final de la Copa Europea de 1979 frente al Nottingham Forest del RAD inglés (?), como la Intercontinental de ese año frente al Olimpia-, el segundo en el mismo equipo y en el Halmstads. Aparentemente, ese estilo -contragolpeador, de pases largos y línea de cuatro con líbero-, sería la referencia ineludible tanto de Grip y de Eriksson. Lo cual no estaba mal para planteles y recursos de mierda como los de Suecia, pero que nuestro homenajeado se encargaría de sostener y defender hasta con equipo mas dotados económica y técnicamente.

Pero volvamos. Decía que Grip se iba a la selección sueca y le dejaba el equipo a su joven ayudante, con el equipo a la sazón en la tercera división del fútbol local. SVG lograría acceder por dos veces al reducido de la BMetrolunden (?), logrando el ascenso a la segunda categoría en 1978. Dicho éxito lo conduciría a un reto mayor: dirigir a su primer equipo en la máxima divisional -es decir, como muchos, SVG lograría ya ser mas exitoso como entrenador que como jugador-. Nos referimos al IFK Goteburg. Al llegar, generó las obvias reacciones a la llegada de un DT del ascenso a la primera división: los jugadores no lo conocían, los periodistas decían que la dirigencia lo trajo por salirles mas barato que el Doctor Nick (?), y ese tipo de cosas. Y mal no le fué hasta 1982: en su primera temporada (1979) metió Copa Sueca y subcampeonato de Liga, y en las dos siguientes (1980 y 1981) metería tercer y segundo puesto en Liga. Pero por algo resaltamos el año ese donde hubo guerra/s, thriller y metal tory (?), y no es sólo porque sería el último año de nuestro homenajeado dentro de Suecia -hasta ahora, no volvió ni para dirigir la Selección, no vaya a ser que le pase como a Grip y lo opaquen (?)-. Sino porque metería algo inédito -y hasta ahora es decir, por siempre– en la historia del fútbol sueco: un triplete de Liga, Copa y Copa Europea. ¿La de Campeones? Ná, la UEFA, pero algo es algo. Aunque bueno, la cosa es que se cargó al Haka neozelandés finés, al Dínamo de Bucarest rumano, al Valencia de España -acá algo de la ida y la vuelta-, al Kaiserslautern y al Hamburgo alemanes. Sobre todo al último, a quien le ganó por la mínima en Suecia y lo goleó en la República Federal. Esto con los comunistas no les pasaba (?).

Los últimos proletarios

Una victoria sueca en Europa es un espaldarazo para un entrenador. Pero como era un Grammy sólo la UEFA, a Sven Goran le dió la nafta sólo para llegar a Portugal, al menos de momento. Más precisamente, al Benfica, que tenía intenciones de cortar la sal depositada por Bela Guttman, algo que, como todos sabemos, no ocurrió. Se quedaría por dos temporadas; en la primera (1982/83) estaría a nada de repetir trébol, ganando Liga, Taza (?), y mancando frente al Anderlecht belga en la final de UEFA. En su segunda temporada, repetiría Liga, pero en la Copa de Campeones se
comería flor de paliza frente al Liverpool, demostrando que, por ahora (?), la Copa en serio de Europa le quedaría grande. Los Reds, finalmente, ganarían esa edición del torneo frente a la Roma.

Justamente, el equipo bueno de la capital italiana sería su siguiente destino. La dirigencia del cuadro capitalino pensó: tenemos a Falcao y Toninho Cerezo, le agregamos al sueco este que viene de milagrearla con dos equipos de mierda, y seguro que algo nos llevamos. Pero bueno, el fútbol no es matemático, sino mirá a Paenza y Griguol que no pudieron multiplicar (?); por eso SGE en tres temporadas no pasaría de una Copa Italia -cabe recordar que no era el primer DT sueco de la historia del equipo, justamente venía a reemplazar a Nils Liedholm (quien de paso, sucedería al propio SGE)-. Pero mejor repasemos: asume para la temporada 1984/85, donde junto a los dos brasileros quedaría séptimo en Serie A, eliminados en octavos de Copa Italia y en cuartos de Copa Europea frente al Bayern Munich. Pero sería la segunda temporada (1985/86) la mas interesante a los criterios de este post, si bien obtendría la ya mencionada Copa Italia -sin Falcao ya-, terminaría segundo en el torneo de Liga frente a la Juventus de Platini, Laudrup y ese Space Jam -sin el polaco Boniek, quien justamente jugaba para los romanistas- que casi caen con los Globetrotters de La Paternal. Lo cual no sería demasiado problema, sino fuera por el hecho de que llegando punteros ambos a la última fecha, I Federico Lupi jugaba de local en el Olímpico frente al Lecce, último de la Liga, mientras que la Vecchia Signora enfrentaba al Milan. La lógica diría que era de esperarse el definitivo asalto en solitario de la Roma a la Liga, pasa que perdieron 2-3 frente al Boca Unidos del sur italiano (?), mientras que la Juve derrotaría por la mínima al Rossonero con gol del Gran Danés. Demás está decir que ni siquiera le pudo poner suspenso a la última fecha, ya que mientras el cuadro turinés daría la vuelta frente al mismo Lecce, Roma perdería con el Como. ¿Cómo? Y, perdiendos puntos vitales. ¿Pecheada? Yo diría que sí, Kent (?).

acá la definición simultánea, acá el partido con lecce, y acá el del Como

acá la definición simultánea, acá el partido con lecce, y acá el del Como

Para la última temporada, la 1986/87, Sven parecía sospechar que los brasileros daban mala suerte, o mas precisamente esa generación ochentosa de cracks brasileños. El problema es que, si bien a Falcao lo cubrió con Boniek, a Toninho Cerezo lo cubrió con un ignoto danés venido de Pisa y que terminaría luego en el Torino. Repite séptimo puesto en Serie A y octavos de Copa local, al tiempo que quedaría eliminado por penales en segunda ronda de la Recopa Europea -la Copa de Campeones de Copa- por penales frente al Zaragoza.

Por alguna razón, a la dirigencia de la Fiorentina le pareció bien contratarlo para la temporada 1987/88. Pero después de dos temporadas anodinas, donde mitadtablearía en Liga, no pasaría de cuartos en Copa Italia, y donde, para congraciarse con el INADI brasileño, reemplazaría a Ramón Díaz con Dunga, terminaría sin escándalos su contrato al término de la temporada 1988/89. Provisorio fín de la aventura en Italia para el sueco.

Por lo general, en estos momentos los DTs vuelven a un club donde hayan triunfado. Pero como Sven parecía dispuesto a volver a Suecia sólo de vacaciones, retornaría a Portugal y a Benfica. En la temporada 1989/90, metería subcampeonato de Liga y de Copa Europea frente al Milan de los holandeses; en 1990/91 ganaría la Liga pero no superaría los 32avos de Copa UEFA frente a la mismísima Roma. Cerraría su gira portuguesa con otro subcampenato de Liga y un último puesto en el grupo semifinal de la Copa Europea de la temporada 1991/92, donde asistiría al anteúltimo paso del Barcelona de Cruyff para coronarse rey de Europa.

Acá y acá el primer y el segundo tiempo

Otra vez llegaría a la bota, otra vez arribaría a un equipo con aspiraciones, y otra vez demostraría que con recursos no podría darle el plus a sus equipos. Otra vez, un subcampeón europeo lo convocaba: era la Sampdoria. Como para todo, uno puede verle el lado positivo y el lado negativo: el positivo es que no se desplomó como el Napoli -al cual rozamos en otro volumen-, el negativo es que otra vez, no pasaría de una Copa Italia y acumularía frustraciones continentales. En la 1992/93, mete séptimo puesto y cuartos de Copa Italia, lo normal en él. Para la 1993/94, se trajo a David Platt y a Ruud Gullit, quien aún con ganas de cualquierear, no dejaba de ser un gran jugador: se gana la Copa Italia y se llega al tercer puesto en Serie A. En la 1994/95, recae al octavo puesto en el campeonato, la queda en tercera ronda de copa local, pierde la Supercopa Italiana frente al Milan, pero alcanza las semis de Recopa frente al Arsenal inglés. Los de Highbury ganarían 3-2 en Londres, pero hasta los 43 del complemento pasaban los italianos… pasa que Schwartz salud (?) puso las cosas 3-2 y fueron a penales.

Si el sin manos de Seaman te ataja tres penales, andá a cagar…

Después de dos temporadas mas en el equipo del Rorschach (?), donde seguiría mitadtableando en Serie A e instrascendenteando en Copa, los genoveses se hincharon las bolas y dejaron de renovarle el contrato. Repasemos algunos de los nombres que vistieron a la Samp en esos años: Vincenzo Montella, Roberto Mancini, Gianluca Pagliuca, los mencionados David Platt y Leandro Ruud Gullit, Lombardo, Enrico Chiesa, Christian tocuén Karembeu, Johan Sebastian Verón, Sinisa Mihajlovic, Clarence Seedorf, Walter Zenga, Jugovic, Pietro Vierchowod, entre otros.

Parecía que por fín, Sven Goran pisaría suelo inglés, tentado por el Blackburn. Pero llegaría la Lazio de Cragnotti y el sueco terminaría seducido por la tarasca las putas el prosheto del mandamás laziale. Recordemos que el capo empresarial italiano en el rubro agroalimentario -sus marcas, justamente, saldrían en la casaca del club: Cirio, Del Monte, entre otros- había entrado al club en 1992, pero sería éste el momento donde empezaría a invertir fuerte -y con riesgo, para 1998 Lazio sería el primer club italiano en entrar a cotizar en Bolsa, aunque durante su era, el Mastellone de la Bota (?) quedaría con el 51% del paquete accionario-. Ahora sí había guita: se trajeron a Jugovic, Mancini -ambos conocidos del entrenador- y Sad Lion en la 1997/98, donde continuaría su tradición con el mitadtableo en Liga, pero ganaría la Copa Italia y metería una nueva final de UEFA. El problema es que le tocó el equipo de otro gastador compulsivo italiano, el Inter de Moratti, que tenía unos cuantos nenes de cuidado -mencionaré de paso que acá debe haber empezado la borratina de cierto personaje haciéndose expulsar o suspender en los partidos claves-.

Bam Bam, Por Un Piberío Integrado, y O Gordao

En la temporada 1998/99, arrimaría al objetivo de Liga, quedando subcampeón, mermando en Copa local -otra vez el Inter lo dejaría a gamba, esta vez en cuartos-, pero ganaría la Supercopa Italiana y la última edición de la Recopa Europea de Campeones, frente al poderoso Mallorca. Hasta que sí, ahora -a pesar de quedarla en cuartos de Champions frente al Valencia- coronaría el Scudetto en la temporada 1999/2000, remontando el torneo de manera especial, al aprovechar la pecheada de la Juventus frente al Reggina. Casi 15 años después, Sven se cobraría venganza, aunque en el acérrimo rival de la Roma. Ah, de paso se llevaría un bizarre love treble (?), ya que ganaría Copa Italia -vengándose del Inter- y Supercopa de la UEFA -frente al Manchester United de Sir Alex-.

 

Para mediados de la temporada 2000/01 -más precisamente, para principios del año anterior al capicúa (?)- dejaría una Lazio con la que, gracias a una abultada billetera, había ganado casi todo (cofcofChampionscofcof). Y le pongo itálica a eso de abultada, porque un año después el Grupo Cirio quebraría, y Cragnotti se iría de alli -hoy está en un casillero del Monopoly (?)-. Da para pensar un par de cosas: qué piedra es J*sica, y que si SGE hubiera sido ahorrista argentino seguro sacaba la guita en el 2000 (?). Pero, retomando, dejaba Lazio -no sin dejar otra Supercopa de Italia frente al Inter en las vitrinas fachas- para recalar en un destino pesado: sería el primer seleccionador extranjero de la selección inglesa.

Gimme Kelper, it’s just a shot away (?)

Hay que decir que toma la selección en un momento donde, a priori, la Premier no sólo se abría al mercado mundial, sino que aún podía sacar beneficios, al tener también jugadores de cierto renombre y cierta calidad -obviamente, magnificados por el profundo deseo pirata de volver a ganar algo desde 1966-. Toma el equipo para la clasificación al Mundial de Corea Japón, donde obtiene la clasificación directa, principalmente, con una sonada goleada de vistante ante Alemania -aquí, una canción al respecto, cortesía de unos amigos del Diego, que supo ser parte de un monopolio musical lanzado entre un par de sitios (el segundo acaba de hacer un revival)-. La fase de grupos, como todos sabemos emparejo a Inglaterra con la patria del DT, la casperiana (?) Nigeria y un equipo sudamericano que no recuerdo bien, pero creo que tenía un DT digno y un topo entre sus filas. Digamos que esa selección inglesa pasó la fase de grupos, ganó su llave de octavos -frente a Dinamarca- y llegó hasta cuartos, donde Seaman se acordo que no tenía manos.

Pero bueno, cuartos de un mundial no estaba tan mal, pensaron en la tierra del imperialismo, así que siguió. Próxima parada: la Euro de Portugal 2004. Vuelve a ganar su grupo clasificatorio -esta vez frente a una Turquía que venía de ser bronce en 2002 y demostró que lo suyo fué una alineación planetaria-, vuelve a tocarle un grupo complejo, donde clasifica segundo detrás de la Francia de ZZ Top (?), perdería again en cuartos contra el local por penales. A priori, uno podría pensar que sigue siendo digna una eliminación en fase eliminatoria frente al local. Pasa que: a) esa Eurocopa la ganó Grecia, y b) ese rival peninsular terminaría siendo, a futuro, una piedra en el zapato. Más aún, al bueno de Sven le terminó pasando lo que ocurre con cualquier figura pública en las islas: se convirtió en pasto de la prensa sensacionalista, incluído un triángulo amoroso entre un dirigente de la FA y una secretaria de raíces bangladeshianas -todo esto estando casado (y sí, pintó amarillearla, era esto o comprarle el quincho a Ventura (?))-. Mientras tanto, Inglaterra llegaría al Mundial 2006, donde apenas pasaría de ronda y volvería a caer en cuartos, esta vez frente a su bestia negra de 2004 -que encima, venía de un partido caliente contra Holanda-.

VOT SI/VOT NO al 2020 (?)

VOT SI/VOT NO al 2020 (?)

Pero si por algo le dimos bola a los tabloides, fue porque todo esto nos podría dar una pauta del derrotero baldoserístico de nuestro héroe. Un año después, volvería a los banquillos para dirigir al Manchester City. Dicha decisión no se explica por una cuestión de humildad premium, o porque los Citizens se vistan parecido a la Lazio (?), sino por la guita aportada por su reciente comprador, un ex primer ministro tailandés, volteado por un golpe militar y denunciado por corrupción -algo bastante obvio después de comprarte un club de la Premier (!)- y por crímenes humanitarios en la lucha contra las drogas. Ah, de paso había apoyado la invasión yanqui a Irak en 2003, toda una pinturita (?). En lo deportivo, saldría noveno en la Premier, con una quinta ronda de League Cup, y cuarta ronda de FA Cup. Entre 2008/09, se pegaría un viaje exótico al país ubicado al sur del Río Bravo, con el objeto de clasificar a otro equipo convencido de merecer mas de que tiene y de lo que es, al Mundial de Sudáfrica. Un segundo puesto en el Grupo 2 -con derrotas de visitante ante Jamaica y Honduras, mas un empate con la simpática Canadá- lo dejaba corto de crédito para encarar la fase final de clasificación; por lo cual no sorprendió que una derrota en el clásico con EEUU y una derrota frente a Honduras fueran causal para su eyección del puesto. Dos datos: parece que a él no le cupo ni medio, y para los nostálgicos (?), ésta es la eliminatoria del famoso Chiquidrácula.

Hemos notado que, en la vida de SGE, parecían imponerse las atracciones por el exotismo -fundamentalmente, a través de las féminas- y los empresarios poderosos. Aunque, aparentemente, por el momento lo que mas lo atraían eran las juntadas con chantas del mundo empresarial, ya que en la temporada 2009/10 sería dirigente y entrenador del Notts County, en la tercera (!) División de Inglaterra. Según él mismo cuenta, se abusaron de su buena fé y le tiraron el fardo de un equipo cuyos dueños prometieron mucho y tenían menos fondos que Independiente Místico en 2012 (?) -de hecho, Sol Campbell cayó ahí y se fue después de jugar UN partido-. Ah, en el camino se había ido de reuniones y viajes de negocios a Corea del Norte con la idea de dirigir ahí (!). Por fortuna para él, se pudo ir de allí en febrero de 2010, lo cual le daría tiempo para su última experiencia seria: dirigir a la Selección de Costa de Marfil en el mundial de Sudáfrica. El equipo quedó eliminado en fase de grupos -tras perder con Brasil, empatar con Portugal y ganar por sólo dos goles ante, justamente, Corea del Norte (que venía de GELPearla contra los lusos, quienes otra vez frustraban al sueco)-.

Pero el exotismo ya se haría carne en la vida de nuestro héroe -por supuesto, el exotismo acompañado de montañas de billetes, nada de ir de mochilero a Laos (?)-. Durante 2012 y 2013, empezaría su periplo en el mayor continente de la tierra. Primero, como dirigente del BEC Tero Sasana de la liga de Tailandia (!) -andá a saber, por ahí no sabía donde quedaba Bangladesh, o por ahí el ex capo del City le habló del turismo sexual en el país y fue a ver qué onda (?)-; luego, mas tradicional, su destino sería el Al Nasr de Qatar, pero sólo duraría cuatro meses, hasta junio de 2013.

Y acá, llegando al final del viaje, sería el momento donde nuestro homenajeado pudo conciliar sus dos pasiones ¿Fútbol y seriedad? Ná, ni en pedo. O al menos, eso no es lo que vas a buscar a China, donde lo tenemos dirigiendo desde mediados de 2013 a la fecha. Primero, hasta fines de 2014, en Guangzhou R&F -que, para que no queden dudas, la ciudad está enfrente de Hong Kong-, donde metería sexto puesto en 2013 y un tercer puesto en 2014 que clasificaría al equipo a la Shampion Lig asiática, la AFC CL. Desde principios de este año lo tenemos en el Shanghai SIPG, noveno en Liga y con Conca en el plantel -recordemos que en esa pujante (?) Liga, en estos años, pasaron y/o aún boludean Kanoute, Rochemback, Keita, Lucas Barrios, Brandán, Caballero, QVEF (?), Batalla, Guerrón, Gilardino, Montillo, Viatri, Parapam, Diego Tardelli, Gio Moreno, Barcos-. Todo, imaginamos, porque el muy boludo no vió ni leyó Madame Butterfly (?).

Conclusión: la cuenta nos da 17 títulos. Aunque, con excepción del logrado con Lazio, no tiene Ligas locales desde hace 24 años; así como la Champions League -más aún con Lazio- parece un debe importante de su carrera. Hasta 2006, fue un DT que obtuvo resultados bastante impresionantes con cuadros pequeños -el modesto Goteborg y el menor Benfica-, algo rengos en equipos medianos pero con planteles aceptables -a excepción de Lazio- y un paso aceptable por la selección inglesa. Después de 2006, parece dar la impresión de que esto del fútbol le importa muy poco, pasando a ser el anzuelo para poder irse de joda a destinos exóticos por un puñado de guita.

VEREDICTO: SOBREVALORADO.

Tá luego muchachos…

Grandes DTs sobrevalorados del fóbal mundial – Volumen 8: Wanderley Luxemburgo

Buenas tardes amigos. Octava edición de esta sección, hoy con -quizás- el último brasilero de esta sección. Decí que Impedimento cerró, que si no empezábamos a temer un ataque masivo (?).

El secreto de sus oJJos (?)

El secreto de sus oJJos (?)

El homenajeado de hoy es, otra vez, fruto de una elección polémica, básicamente porque tiene un montón de títulos. Pero estos títulos tienen, en su inmensa mayoría, un punto en común: son títulos correspondientes a torneos locales. Si bien la degradación de esa clase de títulos nació, a título masivo, de una gran barrileteada del máximo héroe de nuestro fútbol -extrañamente, dicho héroe volvió al club de sus amores (no éste, ni éste, sino éste) para ganar de vuelta ese título de cabotaje, con resultados hilarantes (?)-; básicamente sirvió para definir a aquellos que no obtienen títulos y/o reconocimientos serios en lugares donde necesiten sacar el pasaporte. Si bien, a veces, esa calificación puede sonar injusta salvo cuando se trate de River y la Libertadores, en algunos casos donde se obtuvieron ingentes cantidades de recursos monetarios y humanos para dar ese salto de calidad, es bastante justa la aplicación despiadada del precepto maradoniano. A juicio de quien esto firma, el homenajeado obtuvo todos los boletos necesarios para ello.

Wanderlei Luxemburgo -mas tarde, por cuestiones legales, se tendría que cambiar el nombre a Florencia de la V Vanderlei (!)- nació en 1952 en Nova Iguacu, un municipio del estado de Río de Janeiro. Como muchos entrenadores en general -y entre nuestros homenajeados en particular-, jugó profesionalmente al fútbol: entre 1968 y 1970 anduvo por las inferiores del Botafogo, recalando de allí al club donde mas tiempo estuvo -y donde, en teoría, se sintió mas identificado-: el Flamengo. Después de ocho temporadas, tendría un fugaz paso por el Internacional de Porto Alegre, para realizar la última escala de su periplo en su club de origen hasta 1980. Quienes lo vieron, dicen que era un poco destacable lateral izquierdo -eterno suplente de Junior- y hasta se menciona un presunto paso por la selección canarinha -paso que este escriba no pudo corroborar-.

Terminada su carrera en los campos, iniciaría su carrera en los bancos, en un periplo bastante errático durante los próximos nueve años. En dicho período, al tiempo de facultarse en Educación Física, rodaría con éxito cuanto menos dispar entre equipos de baja estofa o del ascenso, incluyendo un par de estadías como ayudante de campo de Joubert Luis Meira en equipos de Arabia Saudita. De este período casi ignoto, apenas destaca su primer Estadual con el Rio Branco en 1983.

Y dijimos nueve años, porque para 1989, llegarían vientos de cambio para Wanderlei, ya que tomaría al modesto Bragantino en la Segunda División y lograría el ascenso a Primera y el Paulistaacá completa la final de vuelta del estadual, la continuación de esta campaña quedó a cargo de otro homenajeado-. Dicho batacazo le permitió volver a su casa, esta vez con pantalones largos. El Fla lo contrataría en 1991. La excursión duró seis meses, en los que alcanzó a jugar la Copa Libertadores de ese año y fue eliminado en cuartos de final por cierto equipo que venía de cierto partido épico, de cierta eliminación seudo (?) amañada de su clásico rival en fase de grupos y se quiso insuflar cierta mística a partir de la cagueteada del equipo de nuestro héroe. Como veremos a lo largo del post, la heroicidad del acto en cuestión queda un poco en entredicho a partir del prontuario del sujeto -y en cierto punto, porque tanta alharaca no les impidió a ese equipo perder en semis de esa edición del certamen con cierto conjunto chileno y sus canes comepiedras (?)-.

a ver si adivinan quien es el cuarto parado de izquierda a derecha...

a ver si adivinan quien es el cuarto parado de izquierda a derecha…

Después de olvidables pasos por el Guaraní y el Ponte Preta, llegaría el momento que comenzaría a justificar su pasible valoración -necesaria justamente, para que lo podamos llamar sobrevalorado luego-. El año de 1993 lo encontraría tomando las riendas del Palmeiras, que acababa de firmar en 1992 un jugoso contrato con la empresa láctea Parmalat. En dos años, metería dos Estaduales (Paulistas), dos Brasileiraos y un Torneo Río San Pablo -básicamente, una Inter Estadual-. Eso sí, en la Libertadores, a pesar de no romper la telita -caería con el San Pablo finalista de esa edición en octavos (ver ida y vuelta)- se cobraría un pequeño (?) desquite frente a cierto equipo grande de Argentina pero que se quedaría en fase de grupos debe ser River ¿como que no es River, viejo? Ese NO, no puede ser, ese tiene MÍSTICA copera, nunca se queda en fase de grupos y siempre COGE EN BRASIL, no me pueden haber mentido viejo (?) ASÍ NO, EH, ASÍ NO.

¿Tribunero yo?

¿Tribunero yo?

Para 1995, semejante despliegue vulgar de poder convencería al Flamengo de recontratarlo. Además de él, venía el amigo del bidón (?) y ese héroe de grandes y chicos conocido con el nombre de Romario. Duró poco, dado que se peleó con O Baixinho y el que terminó con una patada en el culo fue él, de ahí se pasó unos partiditos en el Paraná -se ve que no tenía ni ganas de ver a la patrona en casa- y de ahí retornó al ex Palestra Italia. El saldo de este nuevo paso por el Verde paulista fue el Estadual de 1996, con una estadística de escándalo: ganó 83 de los 90 puntos en juego, convirtió 102 goles y recibió 19 en 30 partidos. Una animalada.
Llegado 1997, Vanderlei se iría al Santos. ¿Como le fué? Bárbaro, papá (?), metió Copa Río San Pablo, esta vez con el aditivo de ganarle al Flamengo de su amigo (?) Romario. Cerraría este periplo de cabotajez exitosa dirigiendo al Corinthians al año siguiente y obteniendo el Brasileirao.

...aunque con esos nenes, lo loco es que no hayas arrimado algo mas...

…aunque con esos nenes, lo loco es que no hayas arrimado algo mas…

Hasta entonces, tenemos un tipo que, básicamente y salvo un par de experiencias menores, tuvo unos noventas a puro pizza y champagne. Eso sí, todo dentro del compre nacional (?), porque a pesar de contar con muy buenos jugadores, no pegaba el salto internacional. Afortunadamente para él, después del mundial de 1998 le llegaría una gran oportunidad.

Para ese entonces, la selección brasilera venía de subcampeonar. El equipo jugaba bien, pero seguía dependiendo del poder de fuego de sus estrellas. Se supone que la idea de la CSF, contratando al bocón lirista este, era volver a los buenos viejos tiempos donde la canarinha te ferreaba con estilo, además del hecho que que ya conocía a parte de los jugadores del plantel -Rivaldo, Cafú, Roberto Carlos-. Paso agridulce para cualquier equipo, pero que en uno de los de grandes del fútbol mundial suena a FRA-CA-SO. Al principio, arrancó todo bien, ganando con suficiencia la Copa América de 1999 en Paraguay, aprovechando el estado de gracia de los chochamus de arriba -sobre todo Ronaldo, que aún volaba previo al affair del tendón rotuliano- (acá la paliza que le pegaron a Uruguay en la final). Con crédito abierto, el próximo objetivo era CONSEGUIR EL ORO en Sydney, para lo cual debía afrontar el Preolímpico de local. Seguía todo firme, tras clasificar cómodamente como primero en ese torneo -el segundo sería Chile, eliminando angustiosamente a Argentina-. El problema, como todos sabemos, es que FRACASÓ a la hora de los bifes, es decir en Sydney. Arranco ganando cómodo contra los poderosos conjuntos de Eslovaquia y y Sudáfrica, aunque una ajustada victoria ante un Japón sin Oliver Atom ni Steve Hyuga (?) dejaba algunas dudas. Esas dudas serían saldadas en cuartos frente a Camerún: 2-1 para los negros africanos y chau al sueño olímpico. Ah, el otro clasificado por Sudamérica, Chile, se llevaría la medalla de plata cayendo justamente contra los amigos de Tchami. Y sí, si Chile hace un torneo mas digno que vos te tenés que tomar el buque, querido.

Tá bien que seguro tres cuartos de ese plantel fueron a anotarse solos al registro, pero dejate de joder, por lo menos                                                     Argentina no pechea con los negros hasta la final (?)

Pero bueno, todavía no todo estaba perdido. Para 2001 volvería al Timao, donde lograría otro Paulista. En 2002 volvería al lugar de sus mejores momentos, al Palmeiras, que estaba un poco jodido con el descenso. Es decir, venía a Tologalleguearla (?) toda. Y saldría jodidamente igual: el Palmeiras se iba a la B de la mano de Luxa.

Y, si no me tienen fé...

Y, si no me tienen fé…

Llegado el año 2003, tomaría las riendas del Cruzeiro. ¿Resultado? Triplete, para alegría de los hinchas del Palmeiras. El equipo de Belo Horizonte metería torneo Mineiro, Brasileirao y Copa de Brasil. Pero bueno, como después tendría que jugar torneos internacionales, prefirió agarrar el Santos en 2004. El problemón de todo, es que el Santos sí tendría que jugar torneos, así que se iban a enterar todos de la verdad (?). Como siempre, un Brasileirao para seguir manteniendo la mística, una semifinal de Paulista, pero dos eliminaciones en cuartos de final: en la Libertadores frente al Once Caldas -no es vergüenza perder ante el campeón (?)- y en la Sudamericana frente a la Liga de Quito. Seguiría en el equipo de Pelé, pero para inicios del 2005 tendría una segunda chance de oro a nivel internacional…

Madrid, 2005. La Liga, gracias a la política de fichajes del Barcelona -aunque justo se estaba iniciando un proceso de cambio- y a los buenos momentos del Valencia y del Deportivo La Coruña -en esos años acababa de romper la telita que debió quebrar 11 años antes-, era algo mas pareja -de hecho, el torneo pasado ninguno de los dos gigantes del fútbol español pelearían decididamente la competición local principal-. Lo raro pasaba, quizás (?), por el Real Madrid, quien se encontraba en plena era de los Galácticos: primero Figo, luego Zidane, después Ronaldo, mas tarde Beckham y acababan de comprar al sexto Galáctico -fallido, por cierto- Michael Bardaro Owen. La temporada 2004/05 la habían arrancado con Macho Camacho, al que sucedería interinamente García Remón. El sueño de Florentino Pérez de los Zidanes y Pavones no se materializaba en títulos, en parte porque los Pavones eran Pavones y en parte porque se venían tiempos de desgaste en los Zidanes. Fue ahí cuando, aconsejado por Arrigo Sacchi, a la sazón haciendo de Bianchi en 2009, se traen a Vanderlei para lograr la tan ansiada NOVENA. Evidentemente, o estaban todos enfrulados, o no tenían ni idea de los antecedentes del tipo que se traían.

Obviamente, agarró a mitad de la temporada, con un fichaje estrella para que los mortales dejáramos de odiar a la Galaxia por un ratito: Thomas Gravesen. ¿Resultados de este momento? Segundo en Liga -junto detrás del Barcelona que se estaba construyendo para el asalto a Europa del próximo año-, eliminación en 16avos de la Copa del Rey frente al Valladolid por gol de visitante (!), eliminación en octavos de la Champions frente a la Juventus –acá el partido de vuelta completo-. Pero bueno, no era todo culpa de él.
Para la temporada 2005/06, se vendrían cambios. Afuera Figo, Samuel -de mal paso-, un recambio relativamente rendidor como Solari y Owen. Sus reemplazos -a excepción, quizás, del polifuncional Sergio Ramos- fueron baldosa pura: los brasileros Cicinho, Julio Baptista y Hielo Seco Robinho, ese ser termal y vendehumo italiano conocido como Antonio Cassano, y los uruguayos Carlos en River fuí mejor 4 que el Loncho Ferrari Diogo y Pablo García –que nuestro crédito uruguayo nos deleite en los comentarios-. No llegó al final de la temporada: sin encontrar el rumbo y con una linda orteada a domicilio en el derbi, lo echarían del club a tiempo para ver los especiales de Lavecchia (?). Obviamente, la culpa era del equipo, con estos jugadores no se puede hacer nada, viejo (?).

acá el partido completo, acá tienen a la gente del Madrid aplaudiendo a Dinho

Pero bueno, siempre quedará el terruño para Luxa. Vuelve a terminar lo que había empezado (?) en Santos, donde permanecerá durante 2006 y 2007. En el primer año, gana el Paulista, mete cuarto puesto en el Brasileirao y octavos en la Copa local, pero cae en cuartos de la Sudamericana frente a San Lorenzo. En el segundo año, repite Paulista, mejora al subcampeonato en el Brasileirao, pero cae en semis de la Libertadores frente al Gremio –acá la ida y acá la vuelta-. En 2008 mete tercer ciclo en el Palmeiras ¡después del descenso!; calca casi al detalle su primer año del retorno a Santos, con una extra: eliminado en cuartos de Sudaca.

Después dicen que Segura no tiene peso, viejo. Si tenes menos mistica que Pipo Gorosito retirate de la vida (?)

Para 2009 se va del Verdao y agarra con el torneo empezado al Santos, dejándolo decimosegundo en el campeonato brasilero. El año de 2010 lo encontraría a nuestro héroe en el Atlético Mineiro, donde ganaría el estadual ídem (?), quedaría en cuartos de Copa local con el Santos y en un decimotercer puesto inconcluso (?) en el torneo nacional. Volvería a su casa, el Flamengo, a final de ese año, para salvarlo y dejarlo en el puesto 14. Al año siguiente ganaría el Carioca, alcanzaría los cuartos en la Copa nacional, y un cuarto puesto en el Brasileirao que le habilitaría a jugar el repechaje a la Libertadores. Pasa que en octavos de la Sudamericana se comió manso pesto frente a la coperísima Universidad de Chile, por lo que a febrero del 2012 le darían el desahucio.

1-0 en la ida de local, 1-0 de visitante en la vuelta y en Colombia…y te quedás afuera… BRRRRRRRRR

Recalaría en el Gremio, donde permanecería casi dos años. En 2012 se queda en semis del Gaucho frente al Caxias, sin Copa de Brasil, pero tercero en el Brasileirao y, para variar, eliminado en cuartos de Sudamericana por Millonarios -ver arriba-. Para 2013, pasaría cagando aceite el repechaje frente a Liga de Quito, pasaría cagando la fase de grupos después de bardear a chilotes y correr como buen brasilero (?), para terminar cayendo en octavos.

Uno te puede bancar el bardeo a los chilenos, pero por lo menos ganá algo afuera, pedazo de turro. Encima te patinaste                                           como un boludo y te cubriste con los carabineros, cagón

Llegamos al final del recorrido. Ese mismo año de 2013 lo encontraría en el banco del Fluminense. Allí lo salvaron de un nuevo Jotajoteo en los escritorios, como supo comentar cierto extinto blog. Desde mediados de 2014 lo tenemos por cuarta (!) vez en su casa del Flamengo, donde llegó para salvarlo del descenso y con el que planea quedarse, al menos hasta que lo echen o tenga que jugar un torneo continental (?).

Conclusión: Tenemos la friolera de 23 títulos en 35 años de carrera. Así visto, parece un tocazo (?), pero como acá ELEGIMOS DESCONFIAR (?), un análisis detallado nos da 14 estaduales, 5 brasileiraos, 1 ascenso, 1 Copa de Brasil y 1 Copa América. De todo esto -y eso que descontamos los torneos amistosos que los brasileros se cuentan descaradamente (así se entiende como se contó Pelé los goles)-, destacan sus cinco campeonatos nacionales, el ascenso con el modesto Bragantino y la Copa América de 1999. Y si por si esto no fuera poco, lo tenemos acá explicando sus falta de éxito continental, después de caer en las semis de Libertadores de 2007:

As pessoas me criticam por eu nunca ter conquistado uma Libertadores. Mas isso não me machuca. Dizem que para se vencer Libertadores tem de dar pontapé, praticar anti-jogo. Eu prefiro buscar esse título jogando futebol envolvente e bonito, como todas as minhas equipes têm demonstrado.

VEREDICTO: SOBREVALORADO.

Tá luego, muchachos.