Índice de Grandeza Deportiva

Hablemos de Rankings (o de Índices). Caso de estudio: IDG – Índice de Grandeza Deportiva (de Clubes del Futbol Argentino).

Por Ondarru

Constantemente estamos viendo rankings. Rankings de cualquier cosa. Básicamente, porque cualquier cosa puede rankearse. Pero ¿qué es un ranking? Un ranking no es otra cosa que un ordenamiento de algo según un criterio, comúnmente un valor. Hasta acá no habría mayores problemas. Sin embargo, una cosa es armar un ranking de, por ejemplo, tamaño, peso o altura de algo y otra muy distinta, es rankear ‘el nivel de satisfacción en la realización personal en la vida de una persona’. O sea, una cosa es ordenar una serie de objetos por un atributo, digamos, visible y otra muy diferente es intentar lo mismo con un concepto algo más complejo, difuso y cargado de matices.

Bueno, ya que estamos un poco al pedo y por pedido de un operador de este sitio(?), hagamos el intento de pensar un ranking histórico del futbol argentino.

Si tuviésemos que hacer un ranking de nuestro primer ejemplo (peso, altura o tamaño), sencillamente nos valdríamos de una unidad de medida universal (u ‘objetiva’) como los kilogramos o los centímetros. Deberíamos seleccionar elementos de la misma clase o especie y solo procederíamos a medirlos para armar nuestro ranking. La cosa más pesada o alta ocupará el primer lugar, luego la que le sigue en esa unidad de medida y así hasta terminar la cantidad de casos. Pero la cosa se empieza a complicar cuando buscamos rankear, no ya elementos concretos, sino conceptos. Y conceptos complejos, compuestos y no directamente observables.

La primera complicación es que para ‘medir’ un concepto no-observable, no hay unidad de medida ‘objetiva’ (como en el primer ejemplo). Más bien son todas aproximaciones. Pero ¿qué es lo que medimos? Tampoco hay una propiedad ‘física’ a medir u ordenar. Entonces, lo primero que debemos hacer es tener bien claro conceptualmente de que estamos hablando porque ‘eso’ es lo que vamos a, primero, medir, y luego ordenar.

Y ‘eso’ de lo que hablamos, el concepto, comúnmente es algo complejo. Si es algo complejo es algo que tiene muchas aristas, partes, formas, etc. Entonces es algo que hay que descomponer. Y una vez descompuesto, son esas partes las que deben mensurarse, luego relacionarse y obtener un resultado. Ese resultado va a ser la posición que ‘eso’ va a tener en el ranking.

¿Por qué hablamos de Índices entonces? Porque este procedimiento de ‘descomponer’ un concepto en partes, darle una medida a estas propiedades y luego relacionarlas en un número o puntaje final, es un Índice. El ranking es el resultado de ordenar y jerarquizar esos números finales en todo el conjunto de elementos o casos o cosas sobre los cuales hicimos este procedimiento. Aclarado esto, vamos a los bifes.

El termo ilustrado

Entonces, y ya metiéndonos en tema, tenemos ejemplos cotidianos de verdaderos engendros a la mano. ‘Rankings’ flojos de papeles. Donde no entendemos de qué va la cosa. No entendemos cuál es el concepto de fondo ni tampoco la forma de cálculo por la que se llega a los resultados ni la unidad de medida. Buceamos un poco y las especificaciones técnicas no son claras (y hasta tiradas de los pelos). Comúnmente nos encontramos con cosas como “el puntaje de los clubes se basa en el rendimiento de los últimos 10 años en esta competición, dividiendo los partidos jugados con los ganados, con un tercio del puntaje del…”. Y ahí ya nos perdimos.

De estos engendros podríamos poner varios ejemplos. No es la idea. Aunque sí es necesario tener en cuenta algunas cosas antes de armar algo como lo que venimos explicando, porque acá somos gente seria(?). Cuando vemos un ranking/índice, primero hay que ver quién lo produce y promueve. Este tipo de modelos no dejan de ser herramientas de lobby, presión, propaganda, etc. (esto excede el mundo del fútbol). Luego hay que ver qué hay detrás de ese modelo, es decir, el concepto que se mide. Si está claro, si es vago, difuso y, fundamentalmente, si tiene sentido con lo que creemos que debería ser ese concepto del mundo del fútbol.

¿Mejor club? ¿Mejor jugador? ¿Mejor en qué sentido? ¿El más popular? ¿El más ganador? ¿El que más goles hace? ¿Las mejores ligas? ¿Qué define a una liga como la mejor? ¿El caché de los jugadores/ el presupuesto de los clubes/ el promedio de gol?

Vamos al grano. Lo que hay que tener bien claro es el concepto que vamos a medir. Éste es un blog de futbol, no?(?) Bueno, de todo lo que se puede hablar de futbol, qué es lo que vamos a rankear? Y Cómo carajo vamos a rankear?

Vamos a meternos con un tema sagrado. ¿Cuál es el mejor club del futbol argentino? ¿Cuál es el más poderoso? ¿El más mejor? ¿El más poronga? El comienzo y el fin del sentido de todo debate futbolero en este país: ¿Cuál es el club más Grande?

La idea es hacer un ejercicio metodológico dentro del campo temático del fútbol argentino que arroje un modelo mediante el cual se pueda caracterizar a los clubes. La finalidad es doble, mostrar cómo debería realizarse algo así, y de paso agudizar el ojo crítico del nobel termo cuando se encuentre con las bazofias conocidas como ‘rankings’. A fin de cuentas, algo peor que hablar sin saber, es que te mientan.

Algunas consideraciones sobre la elección de los conceptos y los indicadores cuantificables que veremos a continuación. ¿Hace falta explicar que un modelo conceptual y numérico, si bien ‘exacto’ y hasta con cierta complejidad (matemáticamente hablando), no deja de ser una construcción subjetiva? Es decir, fruto de las elecciones de una/s persona/s? Si es necesario, lo aclaro. Acá no hay nada objetivo. En todo caso, hay un moldeo realizado con los parámetros lógicos que amerita y no son cosas y números tirados a la marchanta.

Aclarado esto, viene la segunda. ¿Son los mejores indicadores los elegidos para hablar (y rankear) de LA GRANDEZA DE UN CLUB? Yo creo que sí(?) pero no deja de ser una propuesta. Esto nos lleva a la discusión necesaria al momento de pensar un ejercicio como éste: la elección del concepto y su unidad de medida.

Ejemplo: Imaginemos que somos un vegetarado treintañero que todavía vive en su casa de crianza y que pensamos que la HONESTIDAD de nuestros hinchas es algo que tiene que ver, que aporta a la noción de grandeza de un club. Bien, acá estamos ante un doble. Primero, seleccionar un concepto que no aporta a la idea que estamos discutiendo: ¿Qué tiene que ver la honestidad de los hinchas de X para explicar su grandeza? (Grandeza tal como la venimos definiendo). Segundo, imaginemos que persistimos en esta idea. Se nos presenta el segundo problema: ¿qué unidad de medida utilizaría para ‘medir’ la honestidad? Lo que desprende el ¿Cómo obtendrían ese datos? ¿Qué confiabilidad tendrían? Bueno, este tipo de errores (tal vez no tan pavotes) suelen cometerse en la construcción de instrumentos de medición.

La significación del falo

Delgado es el límite entre la argumentación y la termeada. Pero aceptamos el reto (?). En ese límite se debate la cultura futbolera argentina; dicen los que saben, de las más ocurrentes y ricas del mundo. Sin caer en las pavadas de estudiantina de potrero de Sebreli ni en las bananeadas de balcón obvias del pelotudazo de Alabarces, podríamos simplificar esta telúrica guerra futbolera, como una dialéctica entre el Grande vs el Chico, o lo Grande (lo propio, el propio club del que formamos parte infinitesimal como hincha) y otro el no-grande o menos grande. Sí, que boludos podemos llegar a ser (?).
La cosa no es sencilla (si se quiere hacer bien, claro). Tampoco hay que trabajar en la NASA para armar un modelo que rankee a los clubes locales. Pero sí hay que tener en claro qué es lo que vamos a medir.

Entonces, afinando un poco el lápiz, el concepto de fondo de lo que vamos a armar, es el concepto de Grandeza de club. Luego de poner en números esto, vamos a ver (según un resultado) cuál es el Club ‘Más Grande’ (y cuál el segundo, y el tercero y así). Pero claro ¿cómo es esto de ponerle racionalidad a lo irracional?

¿Qué es ser un ‘club grande’? ¿Qué es ser ‘Grande’ en el ámbito del futbol argentino? Y ¿cómo le pondríamos números a ese concepto?

En ésto de descomponer ’la grandeza’ de un club, no hay que teorizar demasiado. Alcanza con recordar (dado que como futboleros de ley que somos, lo hemos visto/oído/dicho infinidad de veces) las palabras (o los conceptos a los que apuntan) escupidas en una liturgia futbolera básica.

‘Lo Grande’ en un club, más allá de lo simbólico, apela a ganar siempre, es decir, ser grande es ser ‘imbatible’ (aunque a veces lo olvidamos, el futbol es un juego). Y ser imbatible en cualquier feudo. ‘Lo Grande’ de un club (en este país más que nada) también apela a la masividad, la popularidad. Gente. Más y más gente. No necesariamente al altruismo del hincha, a la pureza del sentimiento, sino a la mera multitud. La masividad es el cuerpo del club, lo que lo hace grande (‘X es grande por su gente’, gran consuelo de tonto y conocido dicho). Y ´Lo Grande’, tal vez como consecuencia de lo primero (ganar -> éxito deportivo), también lo da el prestigio. El prestigio, fruto de grandes (en algunos casos, vieja ya) hazañas, hace que un club sea ‘más grande’ que otros. En el léxico de hincha ‘Yo gané tanto, le gané a tal, vos qué ganaste/quién sos/quién te conoce, etc’. ‘Ser Grande’ no solo engrandece al portador de la grandeidad (?), a la vez ‘achica’, minimiza a los demás.

Entonces, tenemos (proponemos) tres conceptos que definirían esto de ‘Ser Grande’. A saber: el Éxito deportivo, la Popularidad y el Prestigio. La interrelación entre éstos nos daría una noción de cuán grande es un club. Recordemos que, si bien algunos de estos conceptos puede servir para otros contextos, la impronta de este ejercicio reflexivo (alta ironía(?)) está pensado para el contexto local, el fútbol argentino.

Anatomía de la Grandeza

Con ésto no alcanza para responder el asunto. O sí, pero quedaría solo en la persistencia y fuerza verbal-argumentativa de cada hincha (sutil definición del termo quema pelos). Como el propósito es armar un ranking (un índice en realidad), hay que seguir refinando porque tenemos que traducir estos conceptos a números. Como mulos del positivismo, esta cuantificación de la realidad es la única patente en la que vamos a confiar como veredicto. Por eso Kant reflexionaba amargamente, entre trago y trago de Bordolino, eso de que “la matemática es el orgullo de la razón”.

Entonces:

Éxito deportivo: No hay demasiado que explicar. Fútbol, partidos, goles, victorias, campeonatos, etc. Muy probablemente es la esencia de la noción grandeza de un club. No debe haber muchos casos (si es que hay uno) donde los demás componentes (popularidad y prestigio) tengan sentido sin mensurar considerablemente éste. Si bien, para muchos, ganar no es todo, sí lo es para dimensionar la grandeza de un club. Los indicadores cuantificables seleccionados para los clubes, van en esta sintonía y son los obvios (aunque de distinta jerarquía, como veremos). Y van de lo particular (partidos jugados en la élite, porcentaje de ganados, etc) a lo general (campeonatos locales e internacionales).

Popularidad: Instancia complicada, porque en nuestra cultura futbolera, es como intentar cuantificar al mito. Pero hay que ser fríos(?) y separar la noción de popular-masivo de popular-sentimiento-genuino-por-los-colores. Hume decía que cada pueblo piensa ser la mejor ocurrencia de D*os; bueno, algo similar pasa con los hinchas. Lo que se mensura en esta dimensión es el ‘cuerpo’ del club, lo masivo. Todo indicador debe ser sostenido con datos verificables (ya volveremos sobre este tópico), por eso se seleccionaron los socios, las localidades vendidas, las peñas en todo el país, etc…

Prestigio: Consecuencia del éxito deportivo, apunta al reconocimiento de un club a nivel local e internacional. Para el prestigio local (excluyendo la performance deportiva) el indicador pensado fue la cantidad de jugadores aportados a la selección nacional. En el plano internacional, las veces que un equipo fue invitado a participar en un evento o campeonato (indicador que no entró en el modelo de cálculo porque no se encontraron datos fehacientes).

Los datos que se registran para cada indicador deben ser verificables y, en lo posible, de una fuente oficial. Por ‘fuente oficial’ se entiende que los datos sean resultado de un registro regular, institucional o, en todo caso, serio (campeonatos reconocidos, registro regular de venta de entradas, convocatorias oficiales, registro de partidos y resultados con posibilidad de contraste, etc). Para armar este índice, las fuentes de datos consultadas fueron las siguientes (ir a Fuentes).

Por varias razones realizamos este ejercicio con los clubes denominados ‘los 5 grandes’. No solo zanjar una eterna discusión sobre quién es el más grande de los grandes, sino porque los demás no le interesan a nadie datos que necesitamos no están disponibles (o están dispersos) para todos los clubes o al menos, buscarlos es un trabajo que no estoy dispuesto a hacer. Otra razón no menos importante es que, visto los indicadores seleccionados, es ínfima la probabilidad que el resultado se vea alterado (pocos clubes superan en logros y masividad a los grandes… es cierto que no todos pelean en igualdad de condiciones –históricas- pero esa es otra discusión).

Una vez armada, la matriz de datos es el escenario de operaciones entre las unidades de medida y las cantidades de los indicadores que elegimos.

Datos a cielo abierto

En la tabla están ‘los datos’. Cada club (la unidad de análisis de nuestro índice) tiene sus números respecto a cada ítem. Si la selección y definición conceptual es clara, también debe haber coherencia en la manera en que se cuantifica y, fundamentalmente, relacionan estos atributos. Como dijimos, todo este procedimiento es un índice, su resultado es un puntaje que va a rankearse.

Hay muchas maneras de tratar a los datos. Cuando vean un coso que arroja números muy raros y habla de coeficientes y bla bla, empiecen a desconfiar. Otro parámetro crítico para analizar los rankings que se ven, es preguntarse cómo es la forma de cálculo por la que se llegó a los resultados. Siempre son una caja negra, porque no conviene mostrar su matemática interior. La famosa frase de Scalabrini Ortiz de “Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo”, es la posta en estos casos. Porque lo que interesa es el resultado y no el procedimiento.

En la primaria nos decían ‘no se pueden mezclar peras con manzanas’. Bueno, ya sabemos que a los niños se los engaña fácilmente(?). Si bien es imposible ‘sumar’ dos variables con unidades de medida distintas (por ejemplo, campeonatos con socios o jugadores aportados a la selección con copas libertadores) porque el resultado no tendría sentido, sí es posible llevar dos medidas distintas a una medida común y ahí sí poder sumarlas. Es una operación muy sencilla y permite relacionar y sumar cada indicador sin importar su unidad de medida. Es importante resaltar que la escala común guarda las diferencias en las unidades de medida originales (o sea, si X tiene 50% de partidos ganados más que el otro club, esta diferencia se refleja en el nuevo puntaje estandarizado). También es importante señalar que todos los indicadores son positivos (mayor número > mayor puntaje > > ‘grandeza’) excepto el indicador ‘N° de descensos’, que es el único que a mayor número, menor puntaje. Es decir, descender, resta según me contaron. (La idea no es poner fórmulas para no aburrir a nadie, pero están a disposición del termo lector bajo un módico precio si así lo quisiese).

Si hay algo bueno de acceder a los datos, es que podemos boludear con ellos(?). Buscar un resultado final no nos priva de analizar algunas relaciones entre las variables de cada club. Que es, en cierto modo, una manera definir a cada club. Vamos despuntar el vicio un rato.

Vamos a ver este gráfico de burbujas. Estamos relacionando 3 indicadores claves en la cultura futbolera argentina. Dos, dentro de los que definidos en la noción de ‘Éxito deportivo’, campeonatos locales (dentro del profesionalismo) y campeonatos internacionales. Y una, localidades vendidas (desde 1931 al 2006), que corresponde a lo que denominamos ‘Popularidad’. La posición de las burbujas dentro de los cuadrantes nos está diciendo que hay diferencias notables entre los clubes. Primero, el tamaño de las burbujas nos dice la diferencia en cuanto a lo masivo. En el eje horizontal, a medida que nos vamos hacia la derecha, se ganaron más campeonatos locales. Y en el plano vertical, los que están más arriba, ganaron más campeonatos internacionales.

En síntesis: si vemos el cuadrante derecho superior, Boca es el club más ‘popular’ o masivo, el que más campeonatos internacionales ha ganado y el segundo en ganar locales. En ambas variables, está por encima del promedio (líneas horizontales y verticales) de estas competencias. River (cuadrante inferior derecho), es el segundo club en masividad, el más ganador en lo local, pero está debajo del promedio de campeonatos internacionales. Independiente es un caso particular, de los menos masivos de estos 5 clubes, está debajo del promedio de campeonatos locales ganados, pero su performance a nivel internacional es muy buena (segundo). Finalmente están San Lorenzo y Racing. Caslita muy parejo a el bordo Independiente en campeonatos locales, algo más masivo pero no hay comparación en performance internacional. Racing, que comparte cuadrante, es el que menos campeonatos locales tiene y las mismas copas.

Otra manera de ver a los clubes, es analizar el rendimiento en los enfrentamientos entre ellos.

Acá estaría la esencia del folclorísimo ‘hijos-nuestros/lo-tenemo-de-hijo/le-ganamo-con-la-camiseta’, tan típico de nuestro deporte nacional (?). También acá hay diferencias entre los clubes. Lo principal (e interesante) es que no hay un club ‘supremo’. Todos quedan en ‘el debe’ con alguno. River es el que, en la sumatoria, lleva más ventaja general (83 partidos), con ventajas muy claras con todos (obscena con Racing), menos con Boca, con saldo negativo. Boca es el segundo club con más partidos de ventaja (36), teniendo diferencia positiva con todos, menos con San Lorenzo. Independiente está levemente (solo 2 partidos) en ventaja general (ayudado a la importante cantidad de partidos que le saca a su clásico directo), estando en negativo con Boca y River. San Lorenzo está 20 partidos debajo en general. Emparda con Racing y le gana a Boca por 11 partidos. Racing tiene en saldo general muy malo (más de 100 partidos abajo) y solo emparda, como dijimos, Con Casla.

Dos ejemplos (el gráfico de burbujas y la tablita X vs X) de cómo se pueden ir caracterizando los clubes bajo el supuesto de ‘Grandeza’, viendo los datos. La ventaja de un índice es que podemos combinar todos estos factores, ponderarlos y sumarlos. Entonces podemos ver el panorama completo, si sos ganador y no tan popular, o al vesre, etc; la cosa se va equilibrando.

“Pará-pará-pará, todo muy lindo con los conceptos pensados, las variables cuantificadas, su relación y todo eso, pero vos me estás diciendo que ganar una copa internacional vale lo mismo que vender entradas o aportar jugadores a la selección? En serio?”

Esto podría haber sido dicho por cualquier futbolero. Y tendría toda la razón. Evidentemente, algunas cosas son más importantes que otras a la hora de ponderar los logros de un club. Y, justamente, de ponderaciones estamos hablando. Ponderar, en términos estadísticos, significa lo mismo que en el lenguaje coloquial. Ponderar es sopesar algo, es decir, otorgarle un peso relativo. Darle un plus.

Según nuestro marco teórico(?), los indicadores que tiene sentido ponderar son los campeonatos (locales e internacionales), los descensos y las localidades vendidas. Es decir, indicadores directos de éxito deportivo y popularidad. Los restantes aportan a la sumatoria final, pero con menos incidencia. Los ponderados, de todos, son los que apuntarían directamente a la noción de ‘Grandeza’.

Indicador	Ponderación
N° Campeonatos locales	30%
N° Campeonatos Int. América	50%
N° Campeonatos Int. Intercontinental	100%
Descensos	25%
N° Localidades vendidas (31-06)	20%

No hay mucho que explicarle a un futbolero. Los porcentajes pueden cambiar, se pueden discutir (ya repetimos hasta el hartazgo que ningún instrumento de éstos son objetivos) pero sabemos que existe una jerarquía en la valía en estos logros (y desgracias). La grandeza podría sintetizarse en lo ganador, en lo popular y en el que no (o en todo caso, que menos) conocer la segunda categoría.

Una vez que los datos están pasados sus valores a escala común (puntaje Z: X-media/desvió) y ponderados, procedemos a sumar todos los valores de todos los indicadores. Los resultados son los siguientes.

Club	Puntaje Z	Puntaje normalizado	Posición IGD
Boca Juniors	16,42	100	1°
River Plate	6,89	70	2°
Independiente	1,44	53	3°
San Lorenzo	-9,17	20	4°
Racing Club	-15,58	0	5°

Los resultados están en su unidad estandarizada (puntaje Z) y normalizados en escala de 0 – 100. La normalización es una modalidad que hace el puntaje un poco más ‘reconocible’, dado que el puntaje en bruto, si bien nos muestra jerarquía, la unidad de medida no tiene asidero real. Hacer un puntaje de 0 – 100 o de 0 – 1000 nos da un poco más de perspectiva.

Cerrando

La tabla final es el puntaje resultante del Índice de Grandeza Deportivo (IGD) de clubes del fútbol argentino. Según este modelo, Boca es el club más grande, River el segundo y Racing el último(?).

Los datos corresponden a la era profesional. Si bien desde 1915 ya competían 25 equipos, por cuestiones de tiempo, no se incluyeron en la tabla de datos (se hubiesen modificado el número de campeonatos locales –ponderados en un 30%- y los jugadores aportados a la selección, dato algo más complejo de conseguir).
La idea con la que fue pensado este Índice, no sólo es para ver ‘quién es el más grande’. Porque, como dijimos, ponerle números a algo así no deja de ser un ejercicio aproximativo. Lo fundamental es aportar al ojo crítico del nobel termo(?,) para que pueda discriminar, cuándo está frente a un modelo de estas características, que está bien hecho y pensado o si está frente a un elemento de marketing y lobby.

También es una invitación a seguir pensando cómo podemos ponerle número a esto de ‘la Grandeza’ de un club.

Fuentes de los datos:

• Wikipedia – Anexo: Estadísticas de la primera división del fútbol argentino (Actualizada desde el Campeonato 1931 hasta el Campeonato 2014)
• Wikipedia – Anexo: Clubes argentinos de fútbol ganadores de competiciones internacionales a nivel confederativo e interconfederativo
• Wikipedia – Cinco grandes del fútbol argentino
• Promiedos – Historial de clubes entre sí