Dar (dos veces) vida

El Open Mic sirve para muchas cosas. Conocer voces diferentes de nuestra comunidad, reírnos, putearnos, cubrir huecos (?). Sin embargo, la historia que nos trae hoy Arquero Bipolar hace que esta sección sea una de las mejores decisiones que hayamos tomado.

Por Arquero Bipolar

Desde este blog indie (?) siempre hemos resaltado la figura de los presidentes de los clubes de Primera como esos seres encargados de chuparle la sangre a los hinchas y realizar sacrificios en el verde césped ya sea entregando partidos o dando luz verde a los muchachos entusiastas para que hagan la de Billy Bond. Por eso, me pareció que cuando surge una situación como la que les cuento a continuación, vale la pena reconocerla. Y darnos cuenta que entre medio de tantos seres nefastos, algunos tienen corazón. Bueno, este ahora tiene un riñón menos, pero sigue siendo humano (?).

Así como le pudo haber pasado a más de uno por acá, nuestro protagonista llegó al club por la razón más lógica de todas: Por una mujer (?). Hernán Lewin, oriundo de San Isidro, un día conoció a una chica, residente en la zona Sur del Gran Buenos Aires, y cuya familia sentía algo más que amor por el Gasolero. Y dado que Hernán practicaba básket y como uno hace cualquier cosa para estar cerca de una mina le cerraba la propuesta, se anotó en el club a fin de embocarla más seguido. A la pelota, enfermitos (?).

Cuestión, que jugando era horrible (?) no destacaba, pero estando dentro de la institución, le fue tomando cariño al club y se fue metiendo en la vida interna del mismo. Temperley es un club de barrio grande, con muchas actividades sociales, lo que quienes no lo conocen pueden notar en los partidos de Primera, donde familias enteras alientan al Celeste. Y bueno, como el tipo que quiere ahorrar pero no perder potencia, se enamoró del Gasolero.

Llega el año 2012, un año nefasto para el club, que venía atravesando una crisis institucional de proporciones. Entonces deciden apuntarle a él, que si bien no tenía experiencia en lo dirigencial, sí en lo empresarial, siendo uno de los dueños de Snow Travel, una agencia de turismo estudiantil que, como todas nos llevó a debutar a Bariloche (?) es el resultado de una fusión o absorción de otra anterior, en este caso El Rápido Argentino. Ese año se presentó a la cabeza de la lista (única, hay que decirlo) para tratar de poner las cosas en orden. Y tan mal no le fue.

Le tocó vivir desde adentro el ascenso a la B Nacional (lo que para un club que venía en picada era un sueño) y a Primera (Lo que directamente era un viaje lisérgico), nada más y nada menos, en un club que hoy por hoy se encuentra institucionalmente estable, es más, Lewin suele hacer charlas abiertas a cualquiera (socios, perioSIDAS, etc.) para que le consulten sobre lo que quieran saber del club. Pero nada de eso es precisamente lo que nos llamó la atención (aunque debiera) sino otro tema, más delicado y personal

Lewin tiene un hijo, Laureano, de 9 añitos, fanático del club desde la cuna. Suele acompañarlo y se los ha visto juntos festejando los logros que el club fue consiguiendo dentro y fuera de la cancha. Lo que muchos no conocían es que este nene que sufría y disfrutaba como hincha el devenir del Gasolero, estaba jugando un partido más importante que todos esos ascensos juntos: Laureano sufre una enfermedad congénita en las vías urinarias.

Durante años estuvieron haciendo tratamientos para tratar de revertir el cuadro, pero llegó un momento en donde hubo una sola opción: Laureano debía ser transplantado. Y cuando surgió la necesidad, Lewin y su esposa se sometieron a estudios para determinar si eran compatibles y por suerte él tenía el grado más alto, por lo que se ofreció como donante. En la actualidad, hay más de 6000 personas en lista de espera para recibir un transplante similar, por eso no lo dudó.

Por esa acción, recibió el reconocimiento de toda la gente del club, quienes se manifestaron en las redes sociales con el hashtag #guerreros y les transmitieron palabras de aliento y de admiración por la decisión tomada. Si bien el tipo de ablación es de las menos riesgosas para el donante, no deja de ser digno de mención cuando un padre lleva a la práctica la máxima de «darlo todo por un hijo» o al revés como pasaba en Los Simpsons. En nuestro país durante el 2014 se hicieron 364 transplantes de donantes vivos, todos con éxito.

Nuestro protagonista lo hizo el 3 de Diciembre, en el Hospital Italiano y se aguarda una pronta recuperación de ambos, para que Laureano pueda tener una mejor calidad de vida de ahora en adelante. Igual espero que este post salga después que le hayan dado el alta, por las dudas (?)

Me parecía que en un momento donde los presidentes de los clubes están demostrando que no parecen estar a la altura de las circunstancias, estaba bueno resaltar a uno que lo estuvo, aunque poco tenga que ver con la función para la que fue elegido, sino con la que tuvo por elección propia: La de ser padre y dar todo por la vida de un hijo, en el más amplio sentido de la frase.