Le cortaron la… ilusión (?)

En el gran batacazo de los cuartos de final del reducido de la Primera “B”, Almagro dio la nota y eliminó a Atlanta tras vencerlo 2×1 en Villa Crespo. Además del “Trico”, también pasaron a semifinales Estudiantes, Defensores y Morón, con el plus de haber logrado con sus triunfos, el pase a la próxima Copa Argentina.

El reducido. El octogonal, la liguilla, como quieran llamarlo/a. Esa instancia llena de morbo, esa etapa que muchos futboleros esperan durante casi todo un año, repleta de duelos mano a mano que muchas veces requieren de los penales (y todo el sufrimiento que ello acarrea) para definir un vencedor. Esa chance extra para 8 equipos que, habiendo visto como el humilde Brown de Adrogué se calzó la corona de monarca en esta durísima B Metropolitana, aún sueñan con llegar a la B Nacional.

Los clasificados del 2º al 9º puesto en la tabla general se cruzaron en el arranque de la liguilla el miércoles pasado, en los duelos correspondientes a cuartos de final: 90 minutos, en cancha del club con mejor posición durante el año y sin la tristemente célebre “ventaja deportiva”, por lo que en caso de empate habrá penales para dirimir la cuestión.

Además, estos cruces de cuartos tuvieron un aditamento extra, para nada menor teniendo en cuenta la plata que deja jugar la Copa Argentina: como la próxima edición será más breve que las anteriores, solamente 5 clubes de la B Metro la disputarán. Por ello, y con el campeón habiendo asegurado su plaza, se estipuló hace un tiempo que los que llegaran a semifinales de este reducido lograrían su pase a la edición 2016 de la hermana bastarda de la FA Cup (?) CA.

Y hay que destacar que, con distintos matices aunque un mismo sufrimiento, los dos grandes perdedores de esta temporada lograron pasar de ronda. Hablamos, claro, de Estudiantes y Defensores de Belgrano, que dejaron en el camino a Platense y Tristán Suárez respectivamente. Por eso, los equipos que empataron entre sí en la última fecha y permitieron la coronación del CAB, mantienen la ilusión del ascenso, sabedores que recién pueden cruzarse si ambos llegan a la final.

También llegó a semis el Deportivo Morón, que si bien puede haber sorprendido al ganar de visitante, se impuso a Barracas Central en el emparejamiento que cruzaba al 5º y al 6º de la tabla, tampoco era descabellado pensar en la clasificación del “Gallo”. Lo que sí sorprendió a propios y extraños fue el pase de Almagro, confirmando una vez más que Atlanta está entre los equipos más pechos pechos pechos (?) salados del fútbol nacional.

El final de un (nuevo) sueño: Atlanta 1 – Almagro 2

Noche de martes en Villa Crespo, con un clima más digno de invierno que del mes de noviembre que se está yendo. Hasta el “León Kolbowski” llegaron muchos hinchas de Atlanta, soñando con dar un nuevo paso hacia el Nacional B, ese torneo que su club (ese con tan rica historia), apenas disputó una vez en los últimos 15 años, en la temporada 2011/12 cuando todo fue ribertidisimo (?) que colosos como River y Rosario Central disputaron.

El “Bohe” llegaba entonadísimo, ya que luego de un irregular andar de la mano de “Cacho” Sialle, con la llegada de Aníbal Biggeri pudo levantar el nivel de juego, encontrar una base y pensar en dar el golpe en el reducido. De la mano del ex ayudante de “Pepe” Romero, que un año antes había ascendido con el eterno rival, los de camiseta auriazul habían sacado 24 de 33 unidades disputadas, por lo que muchos apostaban sus fichas a favor del team que encima, tendría la ventaja de jugar en su estadio.

Enfrente, con mucha más humildad -y proporcionalmente con menos presiones- estaba Almagro, un conjunto de nefasta primera rueda, pero de gran levantada en el segundo semestre de la mano de Fernando Ruiz, un tipo no muy conocido pero con largo recorrido en el ascenso unitario. El hombre supo potenciar las virtudes de un plantel que se arrastraba, disimuló sus defectos y logró el milagro de meter al equipo en el G8 a falta de una fecha para el cierre del torneo, por lo que muchos se daban por cumplidos en Villa Raffo con semejante remontada.

Pero los jugadores del “Tricolor”, lejos de contentarse con lo hecho, dieron el gran batacazo en la serie de cuartos de final. En un partido bastante accidentado y que terminó cerca de la medianoche, se impusieron 2×1 al dueño de casa y por eso están entre los 4 mejores del reducido.

Decimos “accidentado” porque a los 34 minutos del complemento, y con el marcador aún en blanco, Federico Maraschi se golpeó la cabeza y tuvo que irse en ambulancia de la cancha. El problema para el local es que ya no tenía más cambios y debió jugar el tramo final con 10 hombres; para colmo de males, ni bien se reanudó el juego tras casi media hora de espera hasta que volviera la citada ambulancia, Emiliano Ronconi mandó un centro desde la derecha, con tan buena suerte para él que el uruguayo Pablo Aurrecochea calculó como el orto (?) y se le metió la bola en el segundo palo, en un error inentendible para alguien de su experiencia, que atajó tantos años en la primera división del fútbol guaraní, aunque para muchos tal vez sea más conocido por esta cuestión.

Como un animal herido, el “Bohe” salió con todo y lo empató apenas 60 segundos después, gracias a una corajeada de su goleador Emiliano Bonfigli que capitalizó Lucas Mancinelli ante un arco desguarnecido. Sin embargo, cerca del pitazo final y cuando todos imaginaban los penales, el local se descuidó, dejó solo a Oscar Altamirano en la puerta del área grande, y el fornido (?) atacante con un derechazo rasante (¿pudo haber hecho algo más el arquero?) le dio a la visita una nueva y definitiva ventaja.

Y ya el pobre Atlanta no pudo reponerse del golpe. Al igual que en el reducido de 2013, Almagro daba la nota y lo dejaba con las manos vacías… seguramente, los hinchas del “Bohemio” vivieron un verdadero “deja vu” en la madrugada del miércoles mientras desandaban las calles de Villa Crespo (agravado porque hace un año y medio, en la misma instancia y también de local se quedaron con las manos vacías, aunque en ese caso por culpa de Platense). Ahora deberá barajar y dar de nuevo el club fundado en 1904, sabiendo que pasará al menos 6 meses más en el tercer escalón del fútbol argentino. ¿Será bajo el mando de Biggeri? El tipo, que en un par de meses se ganó el respeto de un mundo que lo miraba de costado tras arribar desde la vereda de enfrente, es pretendido por más de un club de la B Nacional y la dirigencia deberá hacer un buen esfuerzo ¿esfuerzo? a los judíos no les gusta esforzarse, ya lo dijo JHG (?) por retenerlo.

¿Almagro? Haber logrado el pase a la próxima Copa Argentina ya es un gran premio para un plantel que hace pocos meses estaba en el fondo del mar. Pero sabiendo que el ascenso está a sólo 270 minutos, los jugadores van a dejar la piel por conseguirlo… encima en la semifinal se va a cruzar con el eterno rival. Pavada de motivación, ¿no?

Todavía cantamos: Estudiantes 2 Platense 0

Qué jodido debe ser reponerse de un ascenso, de un título que se escapa faltando segundos, ni siquiera un minuto. Cuando la gloria la tenés al alcance de la mano y se te escurre como arena entre los dedos.

Vaya uno a saber qué pasó por la cabeza de los jugadores, de su técnico, de dirigentes e hinchas de Estudiantes, uno de los clubes más burlados por el destino en la última década. Cuántas sensaciones habrán dado vueltas por sus cabezas desde que el pasado sábado 14, a eso de las 19:20 se escapó una nueva chance de oro, de esas que quedan en el recuerdo eternamente.

Pero lo real y concreto es que el “Pincha”, ese equipo que cuando lo agarró Juan Carlos Kopriva merodeaba los últimos puestos y fue por lejos el mejor del segundo semestre, en la tarde del martes esperaba en su cancha de Caseros por Platense, el club tal vez con más historia entre los 22 que tomaron parte de la última temporada de la Primera «B».

Aunque, nobleza obliga, esa historia no se vio respaldada dentro del campo durante el 2015. Un rendimiento muy irregular tuvo el “Calamar”, que recién en la fecha final logró entrar al reducido, con un equipo que despertó muy pocas expectativas entre su gente a lo largo de todo el año, y que llegaba a esta instancia decisiva dirigido por el interino Jorge Brandoni.

Sin embargo, lo parejo de este deporte es lo que a veces lo hace tan atrayente. Mucho, muchísimo debió transpirar el 2º de la tabla ante el 9º que de pedo (?) había llegado a estos playoffs. De hecho, tuvieron que pasar casi 40 minutos para que el local abriera el marcador, cuando tras una pifia del pelado Figueroa al querer cabecear un centro, atrás suyo apareció su compañero Nahuel Benítez, el atacante surgido en CASLA, para con un furibundo zurdazo romperle el arco al pibe Desábato.

¿La ventaja tranquilizó al albinegro? En absoluto. En el complemento fue notoria la superioridad del visitante, que contó con al menos 5 ocasiones claras para arribar al empate. La mejor, por lejos, se dio cerca del cierre, cuando entre el arquero Ramiro Martínez y el palo se unieron para dejar a Leandro Kuszko y a todo Vicente López con el grito atragantado… tal vez, si la miran una vez más a la jugada termina en gol (?).

Luego de que en las redes sociales empezara a circular el hashtag #la suerte de Platense o  #la piedrez de los tirapiedras (?), en tiempo adicionado el ingresado juvenil Brian Gómez tuvo la lucidez que le faltó al también cabezadetacho joven Fernando Joao (quien en el lapso de 30 segundos hizo la de 3 tiros x 10 pesos y no pudo meterla) y con un potente remate puso el 2×0 final para el elenco de Kopriva.

Estudiantes cumplió, no sin sufrimiento, con los pronósticos y ahora se cruzará en la semifinal nada menos que con Almagro, el rival de toda la vida. 90 minutos, y todo parece dado para el “Pincha”, al menos en la previa: a) mejor rendimiento en el 2015; b) ventaja de localía; y c) una paternidad abrumadora en los últimos 20 años. Pero dicen que los clásicos son partidos aparte y a eso se aferrará el “Tricolor”, que llegará al duelo con una mochila mucho más liviana que la de su oponente.

Las manos mágicas: Defensores de Belgrano 1 (3) – Tristán Suárez 2 (2)

Y si el subcampeón pasó los cuartos de final con lo justo, ¿qué decir del tercero de la temporada regular? A 5 minutos de la eliminación (y de perder un larguísimo invicto de local) estuvo Defensores, que por suerte para sus hinchas tuvo en el arco a un Albano Anconetani que arrancó la noche como para ser villano y terminó siendo EL héroe rojinegro.

Frustrado por no haber sido campeón pese a que promediando la segunda rueda llegó a sacarle 7 puntos a Brownie, y más allá de lo elogiable de la campaña para un equipo que el semestre pasado jugó en la Primera “C”, el “Dragón” recibía en su pequeño reducto del Bajo Nuñez a Tristán Suárez, un club que lejos de los siderales pre$upue$to$ (?) de años anteriores, en este 2015 se había propuesto como máxima meta ingresar al reducido.

Y no sólo se metió en la liguilla por el segundo ascenso, sino que a muy poco de dar el campanazo estuvieron los dirigidos por Pedro Damián Monzón, pero les faltó esa cuota de hambre, de sangre fría y por qué no de suerte, que distingue a los buenos equipos de aquellos llamados a entrar en la historia.

Es que el “Lechero”, para estupor de los presentes en el “Juan Pasquale”, se puso en ventaja cuando moría el primer tiempo: remate desde la puerta del área que parecía no llevarle grandes complicaciones a Anconetani, la pelota que pica una, dos, tres veces en el trayecto, un rebote corto y frontal que da el veterano arquero y la aparición fantasmal de Franco Costa, para con una pirueta mandarla a guardar en el fondo del arco.

En el complemento, los minutos pasaban y el local se repetía en centros buscando a su faro Lucas Buono o a los ingresados Jorge Chiquilito y Gonzalo Gil, con resultados infructuosos, incluso el travesaño le negó el grito al ex delantero de Cole y Español tras un terrible bombazo. Los dirigidos por “Fito” Della Pica ya se empezaban a visualizar quedándose con las manos vacías después de un campañón, pero en el minuto 42 de esa etapa final, el enésimo centro encontró la cabeza de Gil, quien con un testazo bombeado superó la estirada de Gastón Monzón, el arquero de los recordados Cappa´s Angels (?).

Pese a que faltaba muy poquito para el pitazo final de Germán Bermúdez, cada uno contó con una chance clarita para evitar los penales. Pero el 1×1 no se movió y por eso debieron ejecutarse los tiros desde los 12 pasos para definir a otro de los semifinalistas… y ahí la figura de Anconetani se hizo verdaderamente gigante.

El ex arquero de Chacarita, San Miguel, Italiano y justamente Tristán (allí estuvo entre 2003/07 y en la 2009/10), atajó los remates de Huichulef, Melián (adelantándose notoriamente) y Gurrieri -a éste con las piernas- y cerca estuvo de detener los tiros de Agorreca e Igartua. Igualmente no hizo falta, ya bestial fue atajar 3 de 5, ya que Goux, Gil y Buono convirtieron para un Defe en el que solamente Sosa no la metió (su tiro lo devolvió el palo).

Para Tristán fue un digno cierre de una temporada de transición, aunque con el sabor amargo de haber estado “ahí” de lograr un magnífico resultado. Igualmente, bien por el “Moncho” Monzón que cerró el torneo dándole rodaje a muchos pibes y pese a ello no se quedó afuera del G8. Y que al cierre de esta edición, fue confirmado por la familia Granados, esa que maneja los destinos del club de Ezeiza desde hace tanto tiempo, para comandar al albiazul durante el próximo semestre, en el que habrá un torneo corto con un solo ascenso a la B Nac & Pop.

Sigue soñando Defensores en cambio, que llevó su marca sin caer en Libertador y Comodoro Rivadavia a 38 juegos (!!!). Volverá a ser local en la semi, pero no debería confiarse demasiado, teniendo en cuenta que acumula 3 empates al hilo y su futuro rival consiguió su pase a la próxima instancia jugando lejos de casa.

¿Será este el año? Barracas Central 0 – Deportivo Morón 2

Ese rival del rojinegro, al que no le importó jugar sin el apoyo de su gente y fue torazo en rodeo ajeno durante estos cuartos de final, es el viejo “Gallo” del oeste, un club al que la suerte le es esquiva desde hace 15 largos años, cuando abandonó la máxima categoría del ascenso para nunca más volver. ¿Podrá en este 2015 romperse el hechizo de la mano de Blas Armando Giunta?

En un duelo muy parejo, que pareció reflejar por qué uno había terminado en el quinto puesto y otro en el sexto lugar de la tabla, la paridad se rompió a la media hora de juego en Parque Patricios: un centro a la carrera de Leonel Altobelli encontró una perfecta palomita del juvenil Junior Mendieta -uno de los pibes con más futuro de esta categoría-, quien sacó un misil imposible de detener para el pobre Elías Gómez.

Ya en el complemento, el “Camionero” intentó de la mano de Lucas Mareque, quien pese a sus kilos de más, mostró cosas interesantes y se transformó en el principal generador de los ataques locales (recordemos que pese a haber hecho su carrera en primera como “3”, el tipo en inferiores era enganche). Lástima para los dirigidos por Marcelo Barrera que ni Leandro Puig ni Víctor Píriz Alvez estuvieron finos a la hora de definir, quedándonos el interrogante de por qué el DT no puso desde el arranque a Abel Soriano, un tipo que a lo largo del campeonato había metido la friolera (?) de 20 goles, y que en la previa no acusó lesión alguna.

Ajeno a estas cuestiones, el “Gallo” aguantó bien en defensa cuando debió hacerlo, y sobre el cierre puso la mano de knockout, la del 2×0 definitivo: faltando sólo 5 minutos el juez Dóvalo cobró un dudoso penal a su favor, el cual Altobelli (autor de 10 tantos en la etapa regular) canjeó por gol con un remate al ángulo superior izquierdo de un Gómez que hacia allí se estiró pero que jamás podía sacarla.

Para Barracas el 2015 ya es historia. Se reforzó con muchos nombres como para pensar en dar el salto a la B Nacional, pero al igual que en el torneo anterior, en cuartos de final y pese a la ventaja de localía -esa vez ante el sorprendente Dálmine-, el sueño se desvaneció. Igualmente, no deberían volverse locos sus dirigentes e hinchas, si recuerdan que el club pasó la mayor parte de su vida penando entre la “C” y la “D”, y que recién hace un lustro es parte de esta dura categoría, con rendimientos más que satisfactorios hasta ahora.

Morón en cambio quiere seguir soñando. Y pese a lo que marca el imaginario colectivo, ese que dice que todos los años está cerca del ascenso, la realidad es que el “Gallo” pocas veces en los últimos tiempos estuvo tan cerca de la gloria. De hecho, tras caer inesperadamente en las semis de la 2008/09 ante el Merlo que luego terminó ascendiendo vía promoción, apenas volvió a disputar una liguilla en un par de ocasiones, quedando afuera en ambas en cuartos de final: en 2011 casualmente ante su próximo rival y a fines del año pasado contra el Tristán que dirigía este señor, la tarde que Capogro$$o atajó los 3 penales pateados por jugadores rojiblancos.

Ese próximo rival es Defensores, club con el que peleó mano a mano la permanencia a lo largo de toda la 2013/14, logrando salvarse y mandándolo a la “C”; un año y medio después, los del oeste volverán a sacarse los ojos ante los del Bajo Nuñez, pero esta vez en el lapso de 90 minutos y con un premio mucho más agradable, por cierto.

Semifinales

Se jugarán ambas hoy y cabe recordar que también serán a partido único. Si los 90 minutos terminan igualados, sin que haya tiempo suplementario deberán ejecutarse penales para definir a los finalistas por el segundo ascenso.

Estudiantes – Almagro (17:05) TyC Sports

Defensores de Belgrano – Deportivo Morón (21:05) TyC Sports