¿Qué pasó?

Buenas días, queridos arlecos (?). Argentina debutó de la peor manera en las Eliminatorias Sudamericanas, cayendo por 2 a 0 ante Ecuador en el Monumental.

Vamos las bandas, rajen del cielo ♫

Digámoslo: 2015 no es nuestro año (?). Anoche, el Monumental de Núñez fue testigo de una de las peores presentaciones de Argentina en mucho tiempo. Con graves errores tanto de Gerardo Martino como de jugadores clave, la Selección no pegó una en su debut por Eliminatorias y se comió un flor de cachetazo por parte de un ordenado Ecuador.

Antes de echarle la culpa de todo a Martino (?), el primer punto de quiebre en el partido fue a los 20 minutos del primer tiempo, cuando Sergio Agüero salió lesionado. Con Messi fuera por lesión, varios en la Selección tenían una buena prueba esta noche como para demostrar que Argentina no puede, sino que tiene que seguir siendo un equipo fuerte. Consumada la salida de Agüero, el peso recayó en un Ángel Di María de un 2015 desconocido, un Carlos Tévez que siempre le ha costado de celeste y blanco y un Ángel Correa que merecidamente tenía su debut en la Mayor. ¿El resumen? La nada misma. La Selección nunca se consolidó en ofensiva y si bien controlaba la pelota, no gravitaba en el área contraria.

Ahora sí nos metemos con el Tata. Para ser un seleccionador, desde La Refundación creemos que selecciona para el orto (?). Tres meses estuvo para elegir a dos laterales como Facundo Roncaglia y Emmanuel Más, quienes tuvieron una noche para el olvido, fallando en intensidad ofensiva y en la marca, sobre todo el primero. Al elegir al ex Boca, Martino confundió rigurosidad en la marca con rigor físico: será fuerte en el cruce, pero Roncaglia es demasiado lento en comparación a Jefferson Montero. Con un Mascherano más retrasado, un Biglia intrascendente y un Pastore bien de gambeta pero mal de ideas. La circulación de la pelota no fue la ideal, un poco por error y otro por la marca ecuatoriana, que por momentos obligó a los defensores a lanzar pelotazos. Esto dejó en evidencia una cuestión clave: la necesidad de tener a mano un 9 de área dispuesto a bajar pelotazos y fajarse en el juego aereo. No, no se habla de propuestas, sino de alternativas ante la posibilidad que el rival desarme la tan mentada idea de salir tocando por abajo. Los centrales visitantes rechazaron todo y la segunda jugada siempre fue patrimonio de sus compañeros. Bienvenida la idea del juego asociado, pero cuando no se puede, hay que ponerse el overol.

Promediando la segunda etapa, Argentina atacaba por obligación más que por vocación, sin circuitos de juego. Un equipo partido en tres, que terminó de encualquierarse con el cambio más inexplicable en los últimos años: Lavezzi por Pastore (dejamos una pregunta abierta: ¿hay influencias externas para que convoquen/jueguen ciertos jugadores? ¿Santa Mónica Group? ¿Representantes?). Ecuador tardó, pero se avivó. Vio las bandas vacías y corrió. Hizo pata ancha en un medio despejado y tocó. Una ofensiva inofensiva se animó, y le salió de maravillas, con dos goles en dos minutos para sellar la tercera derrota como local de Argentina en 22 años. ¿Las últimas dos? El Monumentalazo de Colombia en 1993 y la derrota 1-3 frente a Brasil en Rosario, con Maradona como DT.

Argentina te vuelvo loca mamá, con mi casaca amarilla ♫

Martino declaró post partido: «No te puedo decir qué fue más malo, pero el hecho de jugar mal con pelota nos provocó todo el daño sin la pelota. Cuando no podíamos circular, profundizar, terminar jugadas, cada replica del rival generaba espacios, con jugadores que tienen muy buen uno contra uno. Lo peor es lo que hicimos cuando la tuvimos, o lo que no hicimos cuando la tuvimos. La mayoría de los puntos son flojos. Ecuador nos superó en todas las facetas. Perdimos la forma del equipo, la gestión». Eso que el Tata remarca lo vimos todos anoche, pero también nos cabe dudar, y la ausencia de Messi no forma parte de este interrogante, ¿Fue solamente un mal planteo, la falta de alternativas cuando el plan de «la posesión» falla, desempeños individuales erráticos, un rival que hizo las cosas muy bien o que la selección todavía acusa las secuelas de ese golpe de KO que le propinó Chile en la final de la Copa América?.

El partido terminó con tintes bizarros. Ecuatorianos agrandados cantando Ole, los hinchas silbando a Mascherano, Argentina yendo hacia adelante por inercia, hasta que el chileno Julio Bascuñán pitó el final de una historia totalmente inesperada. Si fuesemos el Pollo Vignolo (?), diríamos que la Selección tiene revancha rápida en apenas cuatro días ante Paraguay en Asunción, pero la realidad indica que Martino necesita más tiempo para que su equipo responda y evite otro cachetazo como el que le propinaron en la noche de Núñez.

PD: No podemos dejar de remarcar la evolución de Carlos Tévez, de autito chocador a enganchador de botines en medias rivales.