Dossier Táctico: San Lorenzo 2 – Rosario Central 2

La Fecha 27 del Torneo Julio Humberto Grondona 2015 tenía un choque vital de cara a la definición del campeonato. Los dos escoltas se enfrentaban en el Nuevo Gasómetro: San Lorenzo y Rosario Central llegaban con el compromiso de obtener las tres unidades a los efectos de mantenerse expectantes en su pelea con el puntero Boca Juniors. El local, por estar más cerca en la tabla; la visita, especulando con la última jornada, donde recibe al Xeneize. Asimismo, el partido presentaba el condimento extra de dirimir la clasificación directa a la próxima Libertadores (solo el subcampeón obtendrá ese privilegio).

Edgardo Bauza no introdujo mayores sorpresas en el armado de su San Lorenzo. Apeló al 4-2-3-1 clásico, con Néstor Ortigoza y Juan Ignacio Mercier en la contención. Hernán Villalba y Sebastián Blanco flanquearon a Fernando Elizari (reemplazante de Leandro Romagnoli) en el tridente ofensivo para poder conectarse con el único delantero de área, Martín Cauteruccio.

Rosario Central, por su parte, diagramó el 4-3-1-2 que Eduardo Coudet ha diseñado desde la salida de Franco Cervi por lesión. Nery Domínguez como volante recuperador, con Walter Montoya a su derecha y José Luis Fernández a su izquierda. Libre, oficiando de enganche, estuvo Giovani Lo Celso, mientras que la dupla ofensiva estuvo a cargo de Marcelo Larrondo y el goleador del certamen Marco Ruben.

Formaciones iniciales

Un encuentro que despertaba tanta expectativa arrancó a puro impacto, pues a los 14 segundos el Ciclón efectuó la apertura en el marcador. El saque inicial derivó en Ortigoza, que abrió hacia el lateral Emmanuel Más. Éste buscó un pase vertical hacia el centro para Elizari, quien con una colaboración involuntaria del juez Germán Delfino logra girar ante Domínguez. Elizari avanza y coloca un gran pase en cortada para Villalba a espaldas de Cristian Villagra para que defina y decrete el 1-0, haciendo estéril la resistencia que ofreció Mauricio Caranta.

Ese trámite permitió que Bauza cediese un poco la posesión del esférico e intentar aprovechar el contragolpe ante el adelantamiento Canalla. Central adelantó sus líneas, con Nery Domínguez retrocediendo para ser salida, y propiciando la apertura de sus dos zagueros a sus costados: Alejandro Donatti y Javier Pinola. Como Domínguez fue un principal foco de atención en San Lorenzo, permanentemente siendo obturado, debía abrir con sus centrales para que ellos trasladen hasta el centro del terreno y busquen en largo el pivoteo de Ruben y principalmente Larrondo, que jugaban a un toque para descargar hacia atrás en Lo Celso o el volante abierto del sector, y así tener nuevas variantes de pase. En caso de ser por izquierda, recibía Lo Celso para poder habilitar por vía frontal a Ruben o bien abierto a Fernández, mientras que por derecha el propio Lo Celso o Montoya intentaban el remate o asistir/centrar hacia el goleador.

En el avance colectivo en corto, desde Domínguez y los zagueros se privilegiaba el retroceso de Lo Celso para tomar el balón y distribuir o buscar en profundidad. Así, podía recibir en el círculo central e intentar envíos en largo explotando la velocidad de Montoya o Víctor Salazar por derecha, o bien localizar a Larrondo. Por lo general, se procuró que Montoya se cerrase y toquen, para luego intentar la descarga por bajo hacia Larrondo. El delantero tenía dos opciones: abrir hacia Salazar (que permitía una diagonal hacia afuera de Montoya o una cortada de Lo Celso en el vértice del área); o devolver por el centro hacia Montoya para su traslado y posterior remate (o apertura hacia Fernández por izquierda). Fue una constante en Montoya el tocar para buscar la devolución en posición de enlace.

Por izquierda, la salida localizaba a Villagra para que toque al centro hacia Lo Celso. Fernández, como Montoya en el otro sector, propiciaba el cerramiento pero era más vertical, yendo al vacío para ser posible receptor por la banda. Allí entraban a jugar ambos delanteros, donde se cruzaban y turnaban para mostrarse y devolver hacia atrás, siempre intentando que Lo Celso vuelva a recibir y busque abrir hacia Fernández o filtrar un pase hacia él sobre el vértice del área. Si tenía remate franco, Lo Celso también se animaba al disparo. En cuanto a una apertura más clásica, Villagra podía prolongar hacia Fernández para que Ruben o Lo Celso se hagan del esférico y éste retorne a Fernández para que centre.

La clave resultó ese entrar y salir de los delanteros. Larrondo en particular se mostró activo, por lo cual Pinola podía buscarlo por izquierda, Larrondo (desplazándose de derecha a izquierda) tocar atrás a Lo Celso, éste con Ruben y que se genere una apertura hacia Montoya para el remate o hacia Salazar para un centro en 3/4. Toques de balón hacia delante y hacia atrás que molestaban al Ciclón y lo hacían reajustar sus marcas. Ruben, por su parte, podía volcarse hacia la izquierda para recibir de Fernández, lo que permitía que Lo Celso se muestre en 3/4 para hacerse del balón mientras Fernández picaba en diagonal sin pelota como posible opción de pase.

San Lorenzo privilegió un 4-4-2 defensivo donde Cauteruccio y Elizari custodiaban a la zaga rival, pero siempre con uno retrocediendo (usualmente Elizari) hacia la posición de Nery Domínguez. Villalba obturaba a Villagra y Blanco hacía lo propio con Salazar. Por el centro, Ortigoza salía en la búsqueda de Lo Celso, mientras que ambos laterales (Julio Buffarini y Más) quedaban mano a mano ante Fernández y Montoya respectivamente. Mercier sobraba por detrás y se acoplaba como un tercer central con Matías Caruzzo y Mario Yepes para auxiliar en el marcaje del doble centroatacante que planteó Coudet.

De todas formas, en esa rotación que propició Central para que Fernández se libere y Lo Celso se retrase, podían existir cambios en la toma de hombres para que Ortigoza no tuviese que alejarse demasiado en su acople con Mercier, siendo Buffarini o Elizari los que compensaban por el centro. Mercier lentamente pasó de barrer la zona a meterse bien atrás debido a la búsqueda directa de la visita a sus delanteros, que lo obligaban a permanecer allí para no quedar expuesto a un uno contra uno.

Prontamente comenzó a notarse que Central se adueñaba del esférico a partir de ese adelantamiento donde los centrales tenían un gran poder de anticipo ante Cauteruccio. Primero es Donatti el que recupera un pase largo de Ortigoza, y juega con Montoya. Éste consigue una pared con Lo Celso por el centro, y traslada por el medio con espacio. Opta por el remate débil, a las manos de un bien ubicado Sebastián Torrico. Luego, otra vez Donatti juega largo y rasante hacia Larrondo. Con su pivoteo, localiza abierto a Fernández para que centre por bajo. Torrico corta yendo al piso antes que Ruben pudiese primerear.

San Lorenzo edificó el encuentro para salir de contra y particularmente para ser muy directo a espaldas de Domínguez, aprovechando el diagrama defensivo del adversario. Rápidamente se intentaban pases verticales en dirección de un muy movedizo Elizari, que se ubicaba entre líneas a los efectos de recibir y encarar. Por derecha lo intentaba Ortigoza, mientras que por izquierda lo ejecutaban Más o el propio Ortigoza tras desplazarse al círculo central. Desde allí, Elizari intentaba siempre el pase filtrado que explote el corte de Villalba al área.

Cuando debía salir desde su propio terreno, San Lorenzo procuraba que Ortigoza se hiciese del balón para garantizar distribución limpia. Por derecha, se abría con Buffarini, y ambos localizaban a Villalba por la banda para que triunfe en el desborde individual. Buffarini podía ofrecer su traslado y descarga hacia Villalba para luego mostrarse en 3/4 y poder centrar, pero se mantuvo la filosofía de jugar directo y en largo para tener más espacios. Cauteruccio (más proclive a jugar sin el balón y con sus diagonales arrastrar marcas) podía volcarse hacia la derecha para recibir en largo de Ortigoza o Buffarini, lo que permitía su toque al centro para Elizari y que Villalba corra en diagonal al área para repetir nuevamente el tándem.

Por izquierda, Ortigoza recibía de Mercier y se desplazaba para tocar con un Más algo cerrado. Éste prolongaba en 45 grados hacia Blanco, e inmediatamente hacía una diagonal hacia afuera para quedar de puntero por la banda. Blanco tenía dos alternativas: la devolución hacia su lateral, o encarar para cerrarse y rematar al borde del área. Si Más se hallaba bien abierto en la salida, buscaba a Cauteruccio para que toque atrás con Ortigoza y éste localice a Blanco abierto y su centro al área.

Central defendió con un 4-1-3-2 que podía convertirse en 4-1-4-1 de ser necesario. Ruben quedaba arriba con los centrales conjuntamente con Larrondo, algo más replegado. Ortigoza y Mercier eran tomados por Lo Celso y uno de los dos volantes externos (Fernández o Montoya), dependiendo de dónde se encontrase el esférico. El otro, que se encontraba en el sector opuesto, cerraba su posición para compensar. Si se efectuaba un cambio de frente, ese volante se despegaba para salir a marcar al lateral correspondiente (Fernández y Montoya tenían asimismo como función primordial que Buffarini y Más no se proyecten liberados), Larrondo bajaba por el centro para conformar un 4-1-4-1 más visible y mantener la solidez defensiva. De Elizari se encargaba Domínguez, mientras que los laterales Salazar y Villagra lidiaban con Blanco y Villalba. Cauteruccio, por último, era propiedad de Donatti y Pinola.

San Lorenzo cumplió el objetivo de mantener a Domínguez a raya, impidiéndole lanzar en largo con su buena pegada. Pero la conexión entre Donatti o Pinola y Larrondo funcionaba, no pudiendo ser anticipado por Caruzzo (de floja performance) o Yepes (este último buen nivel en los cruces). Ello fue metiendo a Mercier más atrás, y al Ciclón le costó salir, siendo asfixiado en posesión por un Central que, de todas formas, no lograba asistir a Ruben para que quede cara a cara ante Torrico. Pero haciendo faro en el pivoteo de Larrondo, más la movilidad y criterio de Lo Celso en la distribución y las diagonales incisivas de Fernández y Montoya, la visita merodeaba el área azulgrana.

Villagra en un lateral busca a Ruben, que toca con Fernández por el centro para que desprenda hacia Lo Celso. Sobre el vértice izquierdo del área el juvenil dispara y exige que Torrico mande el balón por sobre el travesaño. De esa jugada, Lo Celso envía un centro pasado donde Donatti se eleva y gana ante Caruzzo. Larrondo consigue rematar pero el balón rebota en la humanidad de Ortigoza y se diluye la ofensiva. Posteriormente, una gran triangulación de Montoya hacia Larrondo y Salazar retorna a Montoya. Éste busca el pique de Lo Celso por derecha, quien centra, pero Mercier alcanza a amortiguar a medias. El balón queda dividido y Ruben ensaya una tijera que se eleva por encima del larguero. Central acumulaba méritos para igualar.

San Lorenzo, mientras tanto, apelaba a recuperar en el último tercio y desprenderse rápido en largo para que Blanco por izquierda o Villalba por derecha desnivelen. Primero, Mercier captura un rechazo de Pinola y abre hacia Blanco. Con Más llevándose la marcación, Blanco maniobra ante Montoya y lo elude, cerrándose y rematando desviado al primer palo desde el borde del área. Luego, Caruzzo logra despejar sobre el semicírculo ante Ruben, lo que deriva en una habilitación hacia Cauteruccio por derecha. Juega largo con Villalba explotando que Villagra estaba volcado en ataque, y Villalba encara con ventaja sobre Pinola. Caranta achica y contiene su disparo, rebotando el esférico nuevamente en el atacante y yéndose al saque de meta.

Sin embargo, con el correr de los minutos, Nery Domínguez fue dejando de lado su dubitativo comienzo para empezar a hacerse fuerte en el mediocampo. Primero, en el anticipo y en el robo. Y luego, a partir de la búsqueda a Larrondo, dejar que Lo Celso se desprenda y que sea Domínguez el que reciba para cruzar balones en largo hacia Montoya y Salazar o hacia Fernández. Ello, más el acople constante que le fue brindando Salazar como salida por bajo para tocar hacia Larrondo y que Montoya se libere por el centro, colaboraron con un Central cada vez más fuerte en el partido.

Esa presencia de Domínguez se hizo notoria a partir de los 20 minutos del encuentro. Fernández recupera bien arriba y juega atrás con el volante central, que lo vuelve a localizar profundo y rasante por el centro. Buffarini marca pero Lo Celso insiste, trabando y sacando un remate ancho que se va a córner por leve roce en Caruzzo. Y posteriormente, es Domínguez quien gana ante Blanco y enseguida juega un brillante balón en largo para Ruben. El goleador, bastante fouleado durante el match, queda mano a mano con Caruzzo, quien lo toma del hombro y lo voltea. Penal que el propio Ruben canjea por gol para estampar una igualdad merecida.

Ese penal, sancionado por Delfino a instancias del asistente, alteró a San Lorenzo, que protestó airadamente el fallo. Central a la brevedad recibió la expulsión de su entrenador Coudet, por lo que los ánimos quedaron sumamente caldeados en los 15 minutos restantes de la primera etapa. El partido se tornó friccionado y sumamente charlado, con cortes permanentes y sin fluidez. Además, Bauza debe retirar a Elizari lesionado, que venía cumpliendo un buen partido, para que ingrese Martín Rolle en su lugar.

Rolle sustituye a Elizari

Central no volvió a arrimar peligro tras el empate, tensionándose y no hallando el juego asociado que lo había caracterizado en la primera media hora. Mostró errores que hasta entonces no había exhibido, como Villagra excediéndose en el traslado y perdiendo en sus proyecciones ofensivas. Con enjundia, y con una redistribución del binomio Ortigoza-Mercier (Pichi se adelantó más para alternarse en los relevos, despegándose así de su rol de tercer zaguero), le permitieron combatir mejor el centro del campo y volver a hacer hincapié en la búsqueda a las espaldas de Domínguez. Buffarini pasó a trasladar más que antes, siendo salida permanente para luego intentar la ventaja numérica ante Villagra. Rolle efectuó otro rol en relación a Elizari, volcándose más hacia los laterales para el juego en corto y siendo menos punzante en la entrega. Ello motivó que entre Blanco y él pudieran rotar posiciones y que el juego se trasladara de derecha a izquierda en toques sucesivos de Buffarini a Más pasando por Ortigoza. Allí se adelantaba con Blanco o Rolle para que rematen o descarguen hacia la izquierda con quien se encontrara allí de ambos, o con la subida del propio Más.

En ese caldeado cierre, apenas se pudo aproximar San Lorenzo a partir de Buffarini. Villalba traslada y deriva hacia Ortigoza, que toca con un Blanco cerrado. Rolle recibe cerca del borde del área, por izquierda, y se apura para rematar desde lejos, desviando notablemente su tiro.

El complemento vio a Central recuperando el protagonismo y la iniciativa. Alteró levemente su dispositivo en ataque, volcando a Ruben del centro a la derecha y a Larrondo fijándolo en forma más estable del centro a la izquierda. Domínguez, desde la partida de Elizari, ya se había adueñado del centro del terreno, por lo que podía lanzar y distribuir con comodidad. Se privilegió la escalada de Salazar por derecha y un toque más en lateral y en corto, sin recurrir tanto a Larrondo y su pivoteo. Salazar prolongaba con Montoya que tocaba con Ruben y se mostraba en diagonal. Ruben allí podía permitir que Salazar centre, o jugar con Lo Celso para que habilite a Montoya por bajo o hacia Larrondo en el segundo poste. Asimismo, desde Salazar y Domínguez se intentaba localizar a Ruben por derecha para que juegue hacia Lo Celso y éste tenga las opciones de remate, de Larrondo por bajo o de Fernández cerrándose como segundo delantero. Y cualquiera de ellos podía descargar hacia atrás para que Montoya dispare sobre el semicírculo.

Por izquierda, Fernández ya se mostró como un volante izquierdo centrador clásico. Villagra se contuvo y tocaba por la banda con Fernández para que maniobre y envíe desde 3/4. De lo contrario, Domínguez y Lo Celso se asociaban con Larrondo para culminar en un balón abierto a Fernández y que pudiese localizar a Ruben y Montoya en el área.

Así, ya al minuto Central arrimó peligro. Salazar buscó por elevación a Ruben, pero Yepes lo intercepta. Mercier domina y efectúa un mal pase que recupera el propio Ruben. Encuentra a Montoya por el centro, quien encara y remata, exigiendo a una gran intervención de Torrico para desviar el tiro hacia su costado derecho. Luego, el dominio de Domínguez quedó a la vista cuando anticipa un despeje de Más. Fernández recibe y centra, dando el balón en Ortigoza. Fernández recupera y la pincha al segundo poste, obligando al cierre de Más al tiro de esquina antes que Ruben pudiese empujarla. Posteriormente, San Lorenzo reincide en otra mala entrega en su salida: Más se la regala a Montoya, quien juega con Ruben. Éste localiza a Fernández de espaldas en el punto penal, quien logra dejarle el esférico a Montoya (de gran diagonal sin balón) para que reciba y dispare. Buffarini salva al Ciclón, logrando desviar el tiro y que se vaya al córner.

San Lorenzo se mostró más acelerado en el complemento, y sin claridad en la entrega. Dependió casi con exclusividad de su franja derecha, donde Buffarini (de gran rendimiento) fue la carta de salida constante. Mercier y Ortigoza abrían con él para que traslade y abra con Villalba, teniendo la doble opción de centro de Tito o de descarga hacia atrás en Buffarini. Y también se acopló al funcionamiento un hombre de opacos 45 minutos iniciales: Cauteruccio comenzó a ser importante en su movimiento de desmarque y aguantando el esférico. Con el traslado de Buffarini, se lo buscaba luego a Cauteruccio para que de espaldas toque hacia atrás con Rolle, y éste se la devuelva al uruguayo que giraba sobre su eje y se ofrecía como receptor del pase en cortada para definir.

El avance por izquierda quedó mermado por las imprecisiones de Más en la salida. Ortigoza, de rendimiento de mayor a menor, abría con el lateral para que toque con Blanco y allí pudieran jugar en corto con Rolle y que centren en 3/4, o eventualmente extender en una proyección de Más. Por lo general, Blanco privilegió el cambio de frente inmediato hacia Villalba desde el centro del campo que motivara un vuelco del juego hacia el otro sector con espacios.

El Canalla se vio obligado a retirar a Villagra por una molestia, siendo reemplazado por Yeimar Gómez Andrade. De esta forma, el colombiano pasó a ser el primer zaguero, desplazándose Donatti a posición de 6, y siendo Pinola el nuevo lateral zurdo.

San Lorenzo pudo arrimar algo de peligro a partir de dos formas. Uno, la pelota detenida: Un tiro libre de Rolle localiza el desprendimiento por el segundo poste de Cauteruccio, liberado de la marca de Salazar. La baja de cabeza hacia el centro y el balón da en la espalda de Gómez Andrade. Caruzzo, exigido y con el cuerpo volcado hacia atrás, logra puntear pero su remate se pierde lejos y por arriba del arco de Caranta.

La segunda forma fue a partir del empuje de Buffarini y su vinculación con Villalba o Cauteruccio. El Ciclón fue obteniendo laterales que le propiciaban el adelantamiento de sus líneas y así el doble 5 recuperaba segundas jugadas en un complemento donde el mediocampo canalla lucía superior en la presión inicial. Con sendos saques de banda, emocionalmente San Lorenzo emparejó la cuestión, animando a su público y dando la sensación de estar cerca del gol. Primero Buffarini busca a Cauteruccio, quien inteligentemente amaga y la deja pasar para que reciba Rolle detrás suyo. Ambos juegan una doble pared que deja a Cauteruccio solo frente a Caranta, pero el arquero anticipa bien abajo en su salida y toca el esférico para trabar y mandarlo al córner. Luego, Buffarini nuevamente envía al área, pero Donatti despeja. Su rechazo es corto, capturado por Mercier, que toca con Cauteruccio para que descargue en Rolle. En idéntica posición que antes el uruguayo, Rolle se dispone a rematar cuando es barrido por Donatti en un cierre que primero impacta en el rival y luego en el balón. Delfino cobra saque de arco.

Sin embargo, con Larrondo retrocediendo, más un Lo Celso sacrificado a la hora de posicionarse en línea defensiva y un despliegue considerable de los tres volantes, seguían provocando yerros en la salida azulgrana que San Lorenzo pagaba caro. Otra vez Más ejecuta una mala entrega, esta vez en dirección de Larrondo. Éste descansa en Ruben, quien encuentra a Lo Celso como enlace por el centro. El juvenil se apura y remata desde lejos, muy arriba.

A sabiendas que el empate no era negocio, Coudet inserta a Franco Cervi por Fernández. El dispositivo no cambió, pero las características netamente ofensivas del reemplazante hicieron que el juego que nacía desde Salazar por derecha vaya volcándose hacia la izquierda paulatinamente. Salazar tocaba con un Lo Celso retrasado, quien se vinculaba con Domínguez.  Entre Lo Celso o un traslado cerrado de Montoya se intentaba tocar hacia Ruben o Larrondo, y que uno de los delantero abriese con Cervi para que gane en la maniobra individual y centre. Como opción, la salida de Domínguez hacia Pinola generaba que éste se proyecte sólo a los efectos de tocar con Ruben o ser él mismo quien extienda hacia Cervi.

El cambio rindió sus frutos enseguida. Donatti juega con Lo Celso, quien localiza a Montoya. Éste pasa y traslada en diagonal hasta encontrar a Ruben, quien abre hacia Cervi en el mano a mano con Buffarini. Cervi consigue un excelente centro rasante, con Larrondo efectuando un inteligente toque hacia atrás para que Ruben acribille a Torrico. 2-1 para el Canalla, con su artillero como estandarte.

Formaciones al momento del ingreso de Cervi

Bauza metió mano en su plantilla de inmediato: Ezequiel Ávila sustituyó a un irregular Mercier. San Lorenzo no cambió fisonomía pero sí características: Ortigoza quedó en el doble contención con Blanco, con Rolle por izquierda, Ávila por el centro y Villalba bien abierto. Una disposición netamente ofensiva donde Blanco (que creció en importancia con este rol) era la salida permanente y quien cambiaba de frente hacia Buffarini y Villalba. La fórmula no varió demasiado, con Buffarini trasladando hasta tocar con Villalba, quien centra para encontrar a Cauteruccio. Su control es largo, por lo que cuando gira y remata, Gómez Andrade alcanza a cruzar y desviar al córner. En ese tiro de esquina, Rolle encuentra a Más en el primer poste, pero su cabezazo limpio es impreciso.

Central se dispuso a explotar los espacios de contra, particularmente por el lado de Más, sobre todo considerando la ausencia de Mercier. Con Gómez Andrade despejando en propia área, Larrondo traslada hasta que toca con Lo Celso. Localiza en cortada a Montoya, quien se equivoca al no rematar de primera, y luego a no resolver con un buen centro atrás para un solitario Larrondo. Su ejecución errónea es abortada por el cruce salvador de Yepes.

El Patón retira a un híbrido Rolle, de algún toque importante pero bastante lejos del rendimiento de Elizari, para jugársela con un doble centroatacante: lo reemplaza Nicolás Blandi. Así, el Ciclón pasó a tener un 4-2-2-2 con Villalba por derecha, Ávila por izquierda, más Blandi y Cauteruccio en posición central.

Sus ataques por derecha no tuvieron mayor modificación: Buffarini y Villalba siguieron intentando el desnivel, con el eventual pivoteo de Blandi para facilitar la descarga y posterior centro. Por izquierda, Blanco ahora podía recibir y permitir la subida de Más. Si no cambiaba de frente, tocaba abierto con Ávila (o dejaba que Cauteruccio lo hiciese). Ávila recibía y podía intentar la personal, prolongar con Más para que centre, o descargar con un Blanco que se desprendía pisando el área para entrar franco y disparar.

Así como Coudet encontró el desnivel apenas introdujo su cambio, lo mismo ocurrió con Bauza. Cauteruccio abrió con Blanco, quien encontró a Ávila por izquierda. Tocó por el centro hacia Blanco, quien por elevación profundizó con Más ya en el área. Yeimar Gómez Andrada efectúa un pésimo cálculo en un balón sencillo, dejando que Más se haga del mismo y toque atrás para que Blanco consiga el 2-2 a falta de 15 minutos.

El partido se convirtió en uno de puro vértigo debido a las características ofensivas de ambos mediocampos. Central pareció estar mejor gracias a poder asociarse en corto y seguir confiando en Domínguez más un Larrondo que nuevamente creció en importancia. De esta forma, tuvo la victoria cuando Domínguez toca con Montoya y luego con Lo Celso. El enganche centra desde la izquierda, con Larrondo bajándola muy bien de pecho para la entrada de Montoya, pero su remate es mordido y desviado. Luego, la Academia rosarina agota cambios con la entrada de Franco Niell por Larrondo. La disposición no varió demasiado, pero Niell se ubicó del centro a la derecha y con la misión de retroceder un poco para el auxilio de Montoya.

Sin embargo, como el encuentro era de ida y vuelta, a esa sensación de un Central más entero y que hilvanaba mejor sus ataques se contraponía la salida rápida del Ciclón, siendo muy directo para explotar la ausencia de recuperadores. Domínguez quedaba muy solo nuevamente cuando Central se volcaba de cara a un triunfo que necesitaba, y allí creció la figura de Blanco como lanzador. Primero sale en posición de lateral izquierdo y lo busca en largo a Ávila por el centro. Extiende con Villalba, que aguanta a los delanteros, permite que se lleven la marca y toca con Más. El lateral apresura su decisión y remata antes de pisar el área cuando había mejores opciones, y su disparo se va muy elevado.

En esa intención de jugar directo, Ortigoza también entró en sintonía, como había sido mientras estuvo Elizari. Blanco juega con Ortigoza, quien profundiza hacia Cauteruccio. Éste gira al borde del área, intenta rematar, pero Donatti amortigua. Le queda al uruguayo de nuevo, el balón rebota en Gómez Andrade y se va al tiro de esquina. Quedaría una opción final desde un saque en largo de Torrico: Blandi aprovecha un mal retroceso Canalla y toca por encima de Gómez Andrade (de flojísimo ingreso) para dejar a Ávila solo. El vértigo y el apuro del Ciclón por ser directo conllevó también a muchas resoluciones anticipadas. Ésta no fue la excepción. Ávila, teniendo aún traslado, se apura en rematar, toma mordido el esférico y lo envía a un intrascendente saque de arco.

Posiciones finales

En un vibrante e interesante partido, San Lorenzo y Rosario Central se quedaron con el resultado que no le servía a ninguno. El Ciclón logró ponerse en ventaja desde el vestuario y pudo disponer del estilo de juego contragolpeador que tantos resultados le dio a Bauza, pero el contexto del encuentro motivó que su doble 5 estuviese demasiado replegado y sin poder ser punzante en las réplicas. Aún así, contó con un par de chances a partir de un muy incisivo Villalba para colocar un 2-0 que hubiese sido tranquilizador. Tras el empate, ingresó en un nerviosismo que se palpó durante el desarrollo, a partir de un penal sancionado por el juez de línea que había sido falta. El complemento lo mostró como un equipo acelerado pero siempre intentando ganarlo desde Buffarini, Cauteruccio y Blanco, sus tres valores de mayor peso en la segunda parte. Pecó de impreciso, pero mientras más directo fue, más dividendos tuvo por las bandas, pues no permitía un retroceso en bloque de un Central que depende mucho de los movimientos laterales en cobertura de Montoya y Fernández. Cabe destacar a Elizari, cuya ausencia privó en buena medida de ese elemento punzante con el que San Lorenzo estaba desnivelando. Caruzzo y Más se mostraron como puntos flacos, mientras que Rolle no fue solución y Mercier (sin haber jugado mal) tuvo un encuentro incómodo y por debajo de lo habitual.

Central se va con la sensación de haber sido superior en el global. Arrancó en desventaja y aún así desplegó su juego, esta vez basado mucho en la profundidad zagueros-delanteros como primer elemento para saltear líneas, y luego descansar en Lo Celso. Larrondo redondeó una primera etapa brillante en movimientos y trabajo sucio, y todos los volantes fueron efectuando aportes tácticos, principalmente Montoya con sus diagonales y Lo Celso con sus aperturas y disparos. Con el correr de los minutos, asentados en la solidez de una zaga confiable como Donatti-Pinola, Domínguez fue cobrando relevancia y culminó con otro partido en gran nivel. Para el complemento, se optó por un juego asociado más horizontal y cercano a lo que ha mostrado Central en otros cotejos. El cambio de Cervi rindió frutos en una jugada puntual (después no participó demasiado) mientras que Ruben sigue siendo referencia y pilar en la estructura, además de ser certero para definir. Gómez Andrade ingresó mal y le costó la igualdad en el 2-2. El torneo canalla es excelente y supera las expectativas, manteniéndose en el podio y tan solo perdiendo dos partidos en todo el año.